AFP.- El Parlamento escocés votó de manera abrumadora su rechazo a la salida británica de la (UE), con una consulta que no afectará al proceso del Brexit pero tensa más la relación con Londres.

Tras esta votación simbólica, el gobierno semiautónomo advirtió que no será "humillada".

Casi tres cuartas partes de los legisladores escoceses, de todo el espectro político, se pronunciaron en contra del .

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Si bien no es vinculante, se trata de un hito en los últimos 18 años de historia del Parlamento escocés tras su restauración.

El ministro de Negociaciones de en sus vínculos con Europa y parlamentario local, Michael William "Mike" Russell, dijo que su gobierno "nunca permitirá que Escocia sea humillada, y su elección democrática rechazada".

"Nunca, nunca, daremos la espalda a Europa y al mundo", subrayó.

Esta votación coincide con el debate en la Cámara de los Comunes de una ley para iniciar el , que no se compromete a consultar a Escocia en las negociaciones.

Los líderes de los principales partidos británicos prometieron a los escoceses que serían considerados "socios en términos de igualdad" si se quedaban en el Reino Unido en el referéndum de independencia del 2014, como así ocurrió.

Sin embargo, en el plebiscito sobre la UE, votó a favor de seguir en Europa, al contrario de Gales e Inglaterra, que inclinaron la balanza.

"Esta votación es algo más que simbólica", había dicho la jefa del gobierno regional, , del Partido Nacional Escocés (SNP). "Es una prueba clave para saber si la voz de Escocia se escucha y si nuestros deseos pueden ser acomodados", agregó.

ha amenazado con convocar un nuevo referéndum de independencia, pero los sondeos no revelan el apoyo necesario del público a la secesión y el gobierno de Theresa May el plebiscito requeriría el permiso del Parlamento nacional se opone.