(Bloomberg).- La campaña presidencial en Estados Unidos estuvo plagada de estigmatizaciones y muy centrada en la personalidad de los candidatos; a pesar de ello, los estadounidenses no elegirán simplemente entre dos personas el día de los comicios.

Se espera que más de 130 millones de votantes determinen si el próximo ocupante de la Oficina Oval empieza con un mandato –y aliados en el Congreso para implementarlo– o con enemigos y más estancamiento, y la suprema Corte, la economía, Obamacare y hasta la salud del planeta posiblemente dependan de ese equilibrio.

Si suponemos que no habrá una prolongación del período electoral, ¿qué aspecto tendrá probablemente el Gobierno de Estados Unidos el 9 de noviembre, al día siguiente de la elección? Como emergen noticias y nuevas encuestas casi cada hora, sumado al hecho de que ya se emitieron más de 34 millones de votos tempranos, disparamos nuestro panel de modelos, métricas y agregadores una última vez.

Aunque estos sensibles cálculos podrían cambiar antes del martes, Hillary Clinton sigue siendo quien tiene más probabilidades de obtener la presidencia: los demócratas llevan una leve ventaja para recuperar el Senado, en tanto los republicanos probablemente retengan con comodidad el control de la Cámara de Representantes.

Pero es solo un escenario. A continuación, una mirada a la gama de posibilidades, y las probabilidades de que se concreten.

Hay 61 por ciento de probabilidades de una presidenta Clinton, un Senado demócrata y una Cámara baja republicana.

Aunque hay tres en cuatro probabilidades de alguna forma dividida de Gobierno estadounidense llegado el día de la toma de posesión en 2017, según la predicción del agregador de mercado PredictWise, uno de los más precisos y comprehensivos pronosticadores en nuestro análisis primario de predicciones, esta es la combinación más probable.

El resultado le daría a Clinton cierta ventaja en la inminente batalla para reemplazar al juez Antonin Scalia en la Corte Suprema, que a menudo se ha dividido entre cuatro jueces de cada lado desde la muerte en febrero del ícono conservador, y podría evitar que Clinton tenga que vetar cualesquiera proyectos capaces de desmantelar el programa de atención de la salud del presidente Obama. También podría significar el estancamiento de otras leyes y gastos, y los republicanos de la cámara baja serían el "control" de la Casa Blanca.

Pero las probabilidades de que Clinton llegue a la presidencia se han reducido en las últimas semanas –desde una proporción de 93 por ciento en el modelo The Upshot de The New York Times, en medio de un regreso a Trump de republicanos renuentes y el anuncio del FBI de que quería examinar nueva evidencia en la investigación de los correos en el servidor privado de Clinton. Otros agregadores de encuestas, entre ellos RealClearPolitics, Huffington Post y Poll Decoder, de la propia Bloomberg Politics, han mostrado tendencias similares.

Todavía favoritaEntre las razones para que Clinton siga siendo la favorita están su fortaleza en estados ricos en votos electorales, su constante liderazgo en las encuestas y una ventaja entre los votos tempranos.

Un análisis de la firma de encuestas y estrategias Clarity Campaign Labs muestra a Clinton ganadora con 52,6 por ciento de los votos emitidos en todo el país hasta el 2 de noviembre y a la cabeza en varios estados, entre ellos Wisconsin, Carolina del Norte y Colorado.

La compañía construye un modelo a partir de la probabilidad de que un votante temprano elija ya sea a Clinton o a , usando un algoritmo que sopesa cientos de variables –desde el historial de votos de individuos hasta registros de censos en el nivel de los barrios– a fin de determinar hasta qué punto se parecen al partidario típico del candidato.

Traducido a votos electorales, este modelo de votación temprana otorga a Clinton un puntaje de 244 frente a 149 para Trump, sin contar votos de ninguno de los 13 estados que requieren una excusa para votar temprano o ausentarse. Si Clinton gana, aunque sea solo uno de ellos, el confiable estado de Nueva York que mayormente la apoya, superará los 270 votos electorales necesarios para la victoria.

Cuando se trata del Senado, los demócratas tienen una probabilidad de 47,7 por ciento de inclinar a su favor al menos cinco escaños y llegar a una clara mayoría, según PredictWise. Hay una probabilidad adicional de 21,5 por ciento de que empaten con los republicanos, en cuyo caso el vicepresidente Tim Kaine emitiría el voto decisivo. Los estados con mayores posibilidades de avances demócratas son (en orden descendiente) Illinois, Wisconsin, Pensilvania, Indiana y New Hampshire.

Los republicanos, por su parte, tienen una probabilidad de 92 por ciento de mantener la mayoría en la cámara baja.

Las probabilidades de que Trump sea presidente con un Congreso republicano son de 16 por ciento.

Muro en la fronteraHay una probabilidad en seis de que las sean una limpia victoria de los republicanos, que una oleada de votantes les den impulso a los candidatos de este partido en el camino para colocar a Trump a la cabeza de un Gobierno unificado, con un mandato de dar marcha atrás en regulaciones, realizar recortes fiscales, poner un conservador duro (o dos o tres) en la Corte Suprema, renegociar acuerdos comerciales, iniciar la tarea de eliminar o reemplazar el programa de salud denominado Obamacare y al menos explorar la idea de construir un muro a lo largo de la frontera de Estados Unidos con México

En tanto el sondeo FiveThirtyEight.com da a Donald Trump una probabilidad de casi 36 por ciento de ganar la presidencia, otras proyecciones ponen sus posibilidades mucho más abajo, entre ellas The Upshot (14 por ciento), lo cual refleja diversos aportes de datos y pesa en sus respectivos modelos. Las probabilidades de que los republicanos mantengan el Senado son levemente mayores, entre 31 por ciento en PredictWise y 42 por ciento en The Upshot.

Los mercados monetarios, por su lado, parecen estar de acuerdo en que Trump todavía tiene alguna chance: el peso mexicano, que ha declinado conforme las probabilidades de Trump se percibían como crecientes, ha caído 3,2 por ciento comparado con un reciente pico del 25 de octubre.

Hay una probabilidad de 15 por ciento de que Clinton llegue a la presidencia con un Congreso republicano.

Este panorama puede evocar algo ya vivido para Clinton, cuyo esposo pasó seis años como presidente enfrentando un Congreso controlado por los republicanos. Predominaron la politiquería, el estancamiento, una parálisis e investigaciones.

Hay una probabilidad de 8 por ciento de una presidenta Clinton con un Congreso demócrata.

Esta victoria demócrata parecía más probable en las semanas que siguieron al fuerte desempeño de Clinton en los debates y la publicación de un video denominado Access Hollywood en el que Trump se vanagloriaba de manosear mujeres, pero ha venido cayendo, y ahora la probabilidad es de una en 10.

Hay cero probabilidades de un presidente Trump con un Senado demócrata y una Cámara de Representantes republicana.

Como la probabilidad de que avances demócratas en el Senado también le den los estados a Clinton, la probabilidad de que Trump gane y luego enfrente un Congreso dividido son mínimas. En la actualidad se proyecta que otros escenarios son similarmente improbables.