Redacción Gestión

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CARACAS, 5 mar (Reuters) – El presidente venezolano, , falleció el martes tras batallar casi dos años contra un cáncer, en un desenlace que conmociona al país caribeño y abre las puertas a unas elecciones que pondrán a prueba la supervivencia de su revolución.

El canciller Elías Jaua informó que se convocará a elecciones en 30 días y que el vicepresidente ocupará la presidencia de manera temporal. Asimismo, detalló que la ceremonia fúnebre, en presencia de los jefes de Estado de la región, se celebrará el viernes y dijo que todavía no se define el sitio de la sepultura.

El Gobierno decretó siete días de luto y suspendió las clases a todo nivel durante el resto de la semana, mientras reiteraba los llamados a la paz y tranquilidad.

Chávez, un ex teniente coronel de paracaidistas que irrumpió en la historia venezolana como líder de un fallido golpe de Estado en 1992, exacerbó divisiones en su país y en la región. Adorado por millones de pobres a quienes salpicó por primera vez con los petrodólares venezolanos, era aborrecido por sus críticos que cuestionaban las frecuentes nacionalizaciones y su concentración de poder.

Chávez murió a poco de haber ganado su cuarto mandato presidencial consecutivo. El cáncer le impidió asumir su cargo y extender a casi dos décadas el modelo socialista que instauró basado en la enorme renta petrolera local.

La transiciónLas elecciones adelantadas podrían ser una inédita prueba para el movimiento creado por Chávez en la polarizada atmósfera política del país.

En su función de encargado de las riendas del país, Maduro ha intentado garantizar la unidad entre las heterogéneas corrientes oficialistas, que incluyen desde militares hasta radicales de izquierda, galvanizadas y alineadas por la figura de Chávez.

La muerte de Chávez pone a la nación de 29 millones de habitantes nuevamente en la encrucijada como en los comicios de octubre entre continuar con su revolución socialista o moderar la marcha. Pero esta vez sin el hombre fuerte de los últimos años.

Maduro, un ex conductor de autobús y sindicalista de 50 años, tendrá la responsabilidad de liderar la transición de la fuerza chavista y asegurar su supervivencia para hacer realidad el deseo de su padre político.

En su último mensaje antes de partir para La Habana, Chávez había dicho: "Mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable absoluta, total, es que en ese escenario (…) ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente".

Probablemente Maduro deba enfrentar a , la figura que lucha por mantener aglutinadas a las distintas líneas opositoras. El joven gobernador expresó su condolencia a la familia del carismático líder y pidió unión a los venezolanos.

En las elecciones de octubre, Capriles encabezó una heterogénea fuerza de una treintena de partidos de oposición y consiguió 6,5 millones de votos, frente a los 8,5 millones de Chávez.