Redacción Gestión

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Roma (Reuters).- Las probabilidades de estabilizar el Gobierno de Italia tras las elecciones generales de este fin de semana podrían depender de forzar a dos complicados socios a formar una coalición: el ex comisario europeo y un líder de izquierda declarado abiertamente homosexual con el que había prometido no trabajar.

Los ataques mutuos entre Monti y , gobernador de la sureña región de Puglia, se han intensificado durante las últimas semanas de campaña para las del domingo y lunes y ambos han declarado que sus visiones respecto a Italia son "incompatibles"

Aún así, los sondeos indican que la coalición de centroizquierda, en la que el partido Izquierda, Ecología y Libertad (SEL por su sigla en italiano) de Vendola es el principal socio en alianza con el Partido Democrático (PD), tendría que unir sus fuerzas con el grupo de centro de Monti a fin de gobernar.

Monti ha calificado a Vendola, cuya defensa por los beneficios sociales y los derechos laborales atraen a los izquierdistas tradicionales, un obstáculo para las reformas económicas necesarias para el país y ha instado al líder del PD, Pier Luigi Bersani, el candidato más probable a liderar el próximo Gobierno, a dejarlo a un lado.

Canoso y con una expresión soñolienta, Vendola, de 54 años, ha sido igualmente crítico respecto a Monti, que dirigió un Gobierno tecnócrata para sacar a Italia del colapso económico después de que Silvio Berlusconi renunció al poder en el 2011.

"El año de Monti en el Gobierno dejó al país herido", dijo Vendola a la prensa extranjera en Roma el jueves. "La austeridad debe ser flexibilizada para restaurar el oxígeno necesario a una economía que ha quedado sin aire", agregó.

Vendola, que utiliza un pequeño pendiente con forma de aro con diamantes incrustados, dijo que Monti "no era igual" que el líder de centroderecha Berlusconi pero que su agenda social era "inadecuada para las generaciones más jóvenes".

Monti, un católico devoto, dijo el mes pasado que estaba en contra del matrimonio entre homosexuales. Vendola, que también practica el catolicismo, ha hecho campaña durante mucho tiempo en favor del derecho que tienen las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio, a fin de poder casarse con su novio.

En el socialmente conservador sur de Italia, Vendola sacudió incluso a su propio partido al ganar como gobernador de Puglia, el talón de la bota italiana, en el 2005. Vendola fue reelegido cinco años después con la mayoría de los votos.

PragmatismoVendola se describe orgullosamente como alguien que proviene de una familia sureña "católica y comunista", y se unió a su primera organización comunista a los 14 años.

Los críticos sugieren que si Vendola acuerda gobernar de la mano de Monti, podría entorpecer las reformas radicales que los economistas sostienen son necesarias para revivir a la paralizada economía de Italia.

Peor, temen que podría seguir los pasos de su mentor, el ex líder comunista Fausto Bertinotti, que echó abajo al Gobierno de centroizquierda en 1988.

Algunos sostienen que es menos probable que eso suceda bajo el mando de Vendola debido a que su cuidadosamente cultivada imagen como un idealista, un ocasional poeta cuyo florido estilo de hablar se caracteriza por un ceceo, oculta un duro pragmatismo.

Un destacado funcionario del Banco de Italia dijo que Vendola gobernó Puglia durante ocho años más "como un cristiano demócrata" que como un comunista, y la comunidad empresarial en general ha elogiado su administración.

"Como gobernador, vi en él un pragmatismo que, francamente, no esperaba para nada", dijo a Reuters Domenico Di Paola, director en jefe de los aeropuertos de Puglia, que son controlados por el Gobierno regional.

"Antes de la elección, Monti y Vendola tienen que ser enemigos", dijo Innocenzo Cipolletta, ex economista en jefe del mayor grupo de presión empresarial de Italia y presidente de la Universidad de Trento.

"Después, debido a que ambos son personas razonables que se preocupan por el bien del país, encontrarán la manera de alcanzar un entendimiento", agregó.

Bersani, que firmó un programa de política conjunta con Vendola el año pasado, dijo que no apartará a su socio de la coalición y que mediará entre Vendola y Monti si se necesita una alianza.

"Es inútil que la gente me diga que no lidiará con Vendola, porque para mí es lo mismo que decir que no lidiará conmigo", dijo Bersani en un mitín en la región natal de Vendola.

Vendola y Monti podrían no tener más opción que llevarse bien. Un resultado inconcluso podría implicar que la única alternativa para unir fuerzas sea llevar a cabo nuevas elecciones.

"Vendola no es tonto, y Monti no puede asumir la responsabilidad por hacer que el país sea ingobernable", dijoMaurizio Pessato, vicepresidente del instituto de encuestas SWG.

"Ambos saben que si lo arruinan, terminarán sentándose en sus sillones en casa y no en el Parlamento", agregó.