Redacción Gestión

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Sao Paulo (AP).- La disyuntiva que millones de brasileños llevarán consigo a las urnas el domingo al decidir si reeligen a la presidenta izquierdista o apuestan a su rival conservador, Aecio Neves, es clara: ¿Se puede reactivar la economía sin dejar de reducir la desigualdad social?

El Partido de los Trabajadores de Rousseff encabezó un período de crecimiento económico de una década que sacó de la pobreza a millones de brasileños. Pero la en los últimos años y el electorado debe pronunciarse ahora acerca de quién es la persona más indicada para reactivarla.

"Los brasileños quieren las dos cosas: que el país crezca y que los programas sociales continúen y, de hecho, se expandan", dijo Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano. "No creo que quieran escoger una opción o la otra".

La segunda vuelta del domingo se perfila como la más reñida e impredecible desde el fin de la dictadura militar en 1985.

La disputa se volvió hostil y han abundado las denuncias de corrupción y nepotismo, factores estos que han contaminado la política brasileña por décadas.

Sin embargo, los analistas dicen que los más importante para los brasileños es relanzar la economía a la vez que se continúan desarrollando políticas para rescatar a los pobres y fortalecer a la clase media.

En primera ronda, , del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) obtuvo el 34% de los votos, por debajo del 42% de Rousseff pero superando a la ambientalista Marina Silva, quien por momentos reinó en las encuestas y se suponía era la gran rival de la presidenta.

Neves señala que puede poner en marcha a la séptima economía más grande del mundo con incentivos a los negocios y una reforma fiscal.

Dice que dejará atrás la ideología para retomar una política exterior "más pragmática", que incluiría un cambio en las reglas de Mercosur para que Brasil pueda negociar tratados por separado con otros países fuera del bloque que conforman Argentina, Venezuela, Paraguay y Uruguay.

Así, abriría la posibilidad de que Brasil se convierta en un mejor socio comercial de Estados Unidos y países europeos.

La campaña de Rousseff sostiene que Neves representaría un "retroceso" en las políticas de inclusión social.