(Bloomberg).- El candidato presidencial republicano rechazó pedidos de sus colaboradores políticos de investigar su pasado, dijeron personas al tanto del asunto, una decisión que contribuyó a que su campaña fuera tomada desprevenida ante el aluvión de acusaciones de la semana pasada en el sentido de que maltrató a mujeres.

Corey Lewandowski, ex jefe de campaña de Trump, le pidió al candidato que se sometiera a sí mismo a una evaluación forense que es tradicional para cualquier figura pública que busque un cargo en el Gobierno, según personas a las que se les otorgó anonimato para que hablaran libremente sobre los primeros días de la campaña el año pasado. El desarrollo anticipado de estrategias de respuesta a posibles ataques de la oposición permitiría al nuevo equipo político de Trump prepararse para potenciales ataques a su candidatura.

Paul Manafort y su equipo le hicieron un pedido similar cuando tomaron las riendas después de Lewandowski, que fue despedido en junio de este año.

Trump se negó, y el tema se convirtió en un punto de discordia entre sus más cercanos asesores políticos y algunos empleados de larga data de la Trump Organization.

Ahora, el candidato republicano enfrenta una arremetida de averiguaciones sobre su comportamiento, menos de un mes antes de que los votantes emitan un juicio definitivo sobre él y la nominada demócrata . Parte de la investigación fue provocada por las propias palabras de Trump, incluyendo un video de 2005 que se dio a conocer el viernes donde alardeó de poder hacer "cualquier cosa" a las mujeres gracias a su fama.

Tanto el New York Times como la revista People informaron el miércoles sobre nuevas acusaciones de mujeres que dicen que Trump las tocó inapropiadamente, sin su consentimiento. El candidato ha negado directamente todas las acusaciones, tuiteando que los incidentes nunca ocurrieron.

Reunión en la torreEn los meses anteriores a que Trump anunciara su candidatura en junio de 2015, Lewandowski se reunió con un pequeño equipo de asistentes en la Torre Trump a fin de prepararse para la campaña. Sabían desde el principio que el republicano se basaría en una abundancia de cobertura periodística independiente y que utilizaría su atractivo de celebridad para convocar multitudes a sus actos. Su imprevisibilidad, sostenían, sería un elemento favorable.

Pero también reconocieron que podía jugarles en contra. Su nuevo equipo político se preguntaba sobre los secretos que podían acechar en el pasado del magnate inmobiliario y personalidad de la TV, más allá de las páginas de los tabloides neoyorquinos, donde el candidato, hoy de 70 años, apareció regularmente durante toda su vida adulta.

Funcionarios del Comité Nacional Republicana estudiaron la posibilidad de ataques de la oposición a Trump y otros miembros del partido, dijo una de las personas familiarizadas con el tema, pero los resultados no fueron sustanciales. No hubo mención, por ejemplo, del video del programa Access Hollywood de 2005 que el Washington Post difundió por primera vez la semana pasada provocando una crisis en la campaña de Trump.