Ahora que agregó el cargo de presidente a su currículum, el mandatario pretende incluir otro título: jefe de creación de empleos.

Su meta es de 25 millones de nuevos puestos de trabajo, impulsados por las fábricas que planea traer de regreso a .

Sin embargo, tendrá que superar un fuerte obstáculo, debido a que los líderes empresariales ya están teniendo problemas en encontrar estadounidenses para llenar vacantes fabriles.

En lo positivo, hereda un mercado laboral saludable: datos de ADP Research Institute muestran que la contratación en enero fue la más rápida en siete meses.

Economistas esperan las cifras oficiales de las nóminas de empleos no agrícolas de este viernes para confirmar que los empleadores de Estados Unidos contrataron a un rápido ritmo de 175,000 personas al mes.

Sin embargo, según la firma de investigación de recursos humanos Randstad Sourceright, la demanda no cubierta de talentos eclipsa lo que de lo contrario sería un panorama prometedor.

La firma entrevistó a más de 400 ejecutivos de Estados Unidos y descubrió que las empresas esperan contratar intensamente en el año entrante para enfrentar el crecimiento esperado: un 41% sumará más trabajadores frente al 32% que lo hizo el año pasado.

Pero un número aún mayor prevé que la carencia de personal calificado afectará sus negocios en el futuro.

Cuatro quintos de los ejecutivos encuestados dijeron que una falta de trabajadores suficientemente capacitados afectará a sus compañías en los próximos 12 meses.

El sector con mayor representación en la encuesta fue el manufacturero, calificado por la Casa Blanca de como "la columna vertebral de nuestra economía".

Los reclamos de puestos de trabajo difíciles de cubrir en las fábricas son respaldados por datos de la Oficina de Estadísticas Laborales: 324,000 empleos manufactureros se abrieron en noviembre, cifra mayor que los 238,000 del año anterior.

"La escasez de talentos es un resultado directo de contar con una fuerza laboral totalmente empleada, especialmente en trabajos relacionados con tecnologías de la información y otros empleos que requieren competencias profesionales", dijo Rebecca Henderson, máxima ejecutiva de Randstad Sourceright, al explicar que las empresas están utilizando a inmigrantes y a trabajadores en el extranjero para complementar su fuerza laboral.

"Llenan esos vacíos usando trabajadores que están dispuestos a llegar a Estados Unidos y que tienen la serie apropiada de competencias y educación, pero la otra tendencia que se observa es que ese trabajo se realice en el extranjero", indicó.

Mientras el sector tecnológico externaliza puestos para llenar la falta de competencias, los fabricantes de Estados Unidos han dependido en mayor medida de otra tendencia: la automatización, que los ayuda a competir con mercados laborales extranjeros de menor costo.

Los grandes empleadores también están utilizando a trabajadores eventuales, que trabajan según se necesite, como una manera de mantener su dinamismo. Un tercio de las empresas predijeron que un 30% de su fuerza laboral será flexible el próximo año.

La pregunta clave ahora es si las políticas de pueden sobreponerse a la falta subyacente de competencias para crear empleos buenos y duraderos para los estadounidenses o si los nuevos trabajos durante su mandato seguirán las tendencias de la economía del trabajo independiente y de la automatización.