Bloomberg.- Una serie de nuevas encuestas nacionales y en estados en disputa difundidas ayer señalan que el candidato está muy por debajo de , una semana después de finalizada la convención demócrata y luego de que el nominado republicano se viera afectado por un enfrentamiento público con los padres de un soldado musulmán estadounidense caído.

"Es evidente que ha habido un desplazamiento importante hacia Clinton en la última semana", dijo Ken Goldstein, un profesor de ciencias políticas de la Universidad de San Francisco y analista de encuestas de Bloomberg Politics.

"En parte es un aumento posterior a la convención, pero en buena medida parece tratarse de una deflación o una implosión de Trump", agregó.

Una nueva encuesta realizada en Pensilvania, que los estrategas de Trump consideran un indicador crucial, lo muestran 11 puntos por debajo de Clinton (49% contra 38%) en intención de voto, según Franklin & Marshall College.

Un estado con abundancia de votos que el nominado republicano de 2012, Mitt Romney, perdió por apenas 5 puntos, es sin duda un estado que Trump debe ganar debido a características demográficas que sin duda lo favorecen.

Pensilvania es un 20% más blanco que los en su conjunto y tiene una extensa clase trabajadora que se afectada por la pérdida de los empleos en manufactura y apoya las opiniones de Trump contrarias al comercio.

La encuesta determinó que la ventaja de Trump entre los hombres blancos y los votantes sin título universitario queda compensada con creces por su falta de popularidad entre las mujeres blancas y los egresados universitarios. La intención de voto entre los ciudadanos que no son blancos ha bajado 69 puntos, según la encuesta.

"Dado que su ataque a los hispanos le ha dificultado más la tarea de conquistar a los otros estados que fluctúan en su intención de voto –como Colorado, Nevada y Florida-, Pensilvania se convierte en un estado aún más importante para que Trump pueda alcanzar 270 votos electorales", dijo Whit Ayres, un destacado encuestador republicano.

"Es el tipo de lugar que cabría pensar que es tierra fértil para Trump", dijo Ayres, antes de sostener que "no ha pasado absolutamente nada" que sugiera que Trump puede ser el primer republicano desde 1988 que pinte Pensilvania de rojo.

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Otras encuestas sobre intención de voto en estados en disputa también indican la existencia de problemas.

En Michigan, otro estado del cinturón industrial de tendencia demócrata que Trump intenta conquistar, se encuentra 9 puntos por debajo de Clinton (41% a 32%) en una encuesta de Detroit News y WDIV-TV.

En Florida, un estado dividido y con abundancia de votos, Trump estaba 6 puntos por detrás de Clinton (48% a 42%), según una encuesta de la Universidad Suffolk.

En New Hampshire, un estado púrpura que fue la sede de la primera gran victoria de Trump en las primarias republicanas, el nominado republicano ha caído nada menos que 15 puntos (47% a 32%) contra Clinton, según una encuesta de WBUR.

En el plano nacional el panorama no es mucho mejor.

Una encuesta nacional de McClatchy/Marist indica que Trump declinó 15 puntos en intención de voto (mucho más que su descenso de 3 puntos del mes pasado), una diferencia mayor que la indicada en el caso de Romney en las encuestas de 2012 que registró RealClearPolitics, que sigue de cerca las encuestas electorales presidenciales.

"Trump se hunde", tuiteó el encuestador republicano Frank Luntz en respuesta a la encuesta de McClatchy. "Tiene que reorganizar su estrategia electoral si quiere tener alguna esperanza de ganar dentro de 95 días".

Luntz dijo que Trump "perdió la gran ventaja que tenía entre los votantes independientes" y que se reflejaba en las encuestas anteriores.

Una encuesta nacional de NBC/Wall Street Journal indicó que Trump estaba 9 puntos por debajo de Clinton, mientras que la brecha era de 5 puntos el mes pasado.

Ayres advirtió que en la coyuntura actual los resultados de las encuestas aún pueden ser fluidos.

"La regla general es que se espera un par de semanas luego de finalizadas ambas convenciones antes de empezar a considerar que las encuestas son pronósticos", dijo. "Alrededor de mediados de agosto, una vez que se asiente el polvo que levantaron las convenciones demócrata y republicana, comenzaremos a percibir cuál es la situación".

Goldstein dijo que los promedios entre encuestas son más útiles que un sondeo específico pero que una ventaja sostenida de 7 u 8 puntos de Clinton podría perjudicar a los republicanos.

"Quince puntos es más de lo que obtuvo Ronald Reagan en sus victorias abrumadoras", dijo. "Si alcanza una ventaja de más de 10 puntos, entonces se trata de un triunfo verdaderamente histórico".