(Reuters) sería confirmado como el aspirante conservador de las elecciones presidenciales francesas el viernes, conforme se acerca el final del plazo para que se presente un candidato alternativo.

Esta campaña es una de las más impredecibles de la historia del país, ya que cerca del 40% de los votantes continúan indecisos en unas elecciones dominadas por la investigación por fraude a Fillon.

El ex primer ministro, que llegó a ir en cabeza, ha luchado contra la presión de su partido, Los Republicanos, para no apartarse de la antes de la fecha límite del viernes, cuando todos los candidatos deben ser respaldados formalmente por al menos 500 cargos electos.

Su principal rival en el partido, Alain Juppé, optó por no competir con él, aunque teóricamente aún podría conseguir los 500 apoyos para las 18.00 hora local (1700 GMT).

Fillon, de 63 años, se ha enfrentado a los críticos y ha insistido en que continuará a pesar de una encuesta de opinión de Odoxa que mostraba que tres cuartas partes de los votantes franceses desean que se retire de la campaña.

La investigación por fraude a se amplió el jueves para incluir trajes de lujo que recibió como regalos. Ya era formalmente investigado por una presunta malversación de fondos públicos ligados a salarios pagados a su esposa e hijos.

El Consejo Constitucional publicará el sábado la lista de los candidatos oficiales para las elecciones del 23 de abril, que tendrían una segunda vuelta el 7 de mayo.