El presidente del Consejo de Ética del CAL acusó al titular del Tribunal de Honor de ser "abogado" de Pedro Chávarry. (Foto: USI)
El presidente del Consejo de Ética del CAL acusó al titular del Tribunal de Honor de ser "abogado" de Pedro Chávarry. (Foto: USI)

El presidente del Consejo de Ética del Colegio de Abogados de Lima, Walter Ayala, criticó el accionar del presidente del Tribunal de Honor de dicho organismo, Fernando Vidal, por adelantar su opinión sobre la medida cautelar que suspende la colegiatura del fiscal de la nación, Pedro Chávarry.

“Yo la verdad me siento preocupado porque nuestro estatuto muy claro dice que el Consejo de Ética es un órgano autónomo y no tenemos que hacer caso a nadie, solamente a nuestro Código de Ética y a la ley”, indicó.

Agregó que si el presidente del Tribunal de Honor del CAL, Fernando Vidal, no está conforme con esta medida pues “debería permanecer en silencio”, y esperar que Pedro Chávarry apele a la medida cautelar.

“Pero ellos están saliendo como si fuesen los abogados de Pedro Chávarry”, puntualizó en RPP.

Sobre la acusación de Vidal de que el Consejo de Ética estaría actuando bajo ciertas presiones políticas, Ayala manifestó que “la presión política fuera contra el presidente del Tribunal de Honor”.

“Él no debe de salir, es como si yo fuese un juez y la sala que va a resolver el caso sale el mismo día a decir que no vale la resolución. Es intromisión inclusive”, enfatizó.

Ayala subrayó que el Consejo de Ética del CAL es un órgano autónomo, instituido en un estado de derecho y “no respetar las decisiones del Consejo de Ética por parte de las autoridades es darle un golpe de Estado a la orden”.

Asimismo, reiteró que tomó conocimiento de la recusación que presentó Pedro Chávarry en su contra el 29 de noviembre y al día siguiente (30 de noviembre), el Tribunal de Honor emite una resolución pidiéndole que se abstenga de seguir el caso.

“Pero resulta que yo con anterioridad ya había votado, es decir que mi voto ya estaba dado. Yo había convocado el 27 de noviembre (al Consejo de Ética) para que el colegiado vote y en ese momento, yo llevé mi ponencia, lo puse en la mesa, expliqué y yo firmé”, insistió.

Precisó que en la reunión del 27 de noviembre no sólo se tuvo su voto a favor sino también el de la doctora María Vera Tudela, consejera del CAL, mientras que otros tres consejeros no aparecieron o llegaron tarde.

“Ante eso se volvió a convocar a una segunda convocatoria para el 30 de noviembre y ahí mi voto ya estaba dado porque no había recusación”, dijo.