Mocoa (Reuters).- Familias desesperadas y equipos de rescate buscaban el domingo a cientos de desaparecidos por el trágico desbordamiento de varios ríos en una ciudad selvática de Colombia, que ya cobró la vida de 254 personas y redujo a escombros barrios enteros.

Cientos de personas que sobrevivieron al desastre natural (uno de los peores en la historia reciente del país) permanecieron durante la noche en vela buscando a oscuras a sus seres queridos entre el lodo y las piedras en Mocoa, una pequeña localidad cercana a la frontera con Ecuador y Perú.

"Quiero saber algo de ellas, si están heridas o si están muertas, que Dios se compadezca y me las entregue", dijo con un desgarrador llanto María Lilia Tisoy mientras buscaba a su nieta y sus dos hijas, una de ellas embarazada, entre los restos de su casa.

Las Fuerzas Militares reportaron que 254 personas fallecieron, 400 resultaron heridas y 200 estaban desaparecidas. Medio centenar de las víctimas ya había sido identificado el domingo por el instituto de ciencias forenses.

Decenas de niños que no lograban encontrar a sus padres fueron llevados a albergues por los servicios sociales, mientras las autoridades intentaban restablecer el servicio eléctrico y de agua potable.

El presidente Juan Manuel Santos llegó a Mocoa para supervisar los esfuerzos de rescate. Más de 1.100 militares y policías fueron enviados para ayudar en las labores en los 17 barrios afectados.

Una carretera regional bloqueada por el deslizamiento de tierra y las lluvias volvió a abrirse en las primeras horas del domingo.

El desastre de Mocoa opacó otras tragedias recientes, como la registrada en mayo del 2015, cuando una crecida súbita de un río en el municipio de Salgar arrasó con todo lo que encontró a su paso y dejó 97 personas muertas y decenas de damnificados.

Las condolencias llegaron de todo el mundo, incluyendo desde El Vaticano. "Rezo por las víctimas y aseguro nuestra cercanía a cuantos lloran la desaparición de sus seres queridos", dijo el Papa Francisco.

Colombia enfrenta una fuerte temporada de lluvias que ha ocasionado emergencias en diferentes regiones del país. Como otras naciones de América Latina, Colombia es vulnerable a los desastres naturales acentuados por el cambio climático.