Washington (Reuters).- redobló sus promesas para contener el precio de los medicamentos el viernes, al decir que si llegara a la Casa Blanca crearía un grupo de supervisión para proteger a los consumidores de Estados Unidos del encarecimiento de fármacos que salvan vidas e importar tratamientos alternativos si fuera necesario.

Clinton, candidata demócrata a la presidencia, pretende dar a esta comisión un nuevo conjunto de herramientas "agresivas", entre ellas la posibilidad de imponer multas y sanciones a las farmacéuticas cuando se haya producido un incremento "injustificado" en un fármaco que haya estado disponible durante un tiempo prolongado, dijo su campaña.

"Durante el año pasado, hemos visto demasiados ejemplos de compañías farmacéuticas que aumentan en exceso los precios de tratamientos que salvan vidas conocidos desde hace tiempo con ninguna o escasa innovación o I+D", dijo Clinton en un comunicado.

Si Clinton vence al republicano Donald Trump en las elecciones del 8 de noviembre, necesitará el apoyo del Congreso para introducir medidas clave de su propuesta.

A pesar de que su plan probablemente afectaría a un pequeño número de empresas, podría ser complicado lograr que lo respalden diputados republicanos, dijo el analista de Morningstar Damien Conover, añadiendo que un "Congreso republicano se opondría decididamente a este plan".

La campaña de Clinton señaló a Turing Pharmaceuticals LLC, que ha elevado el precio de la pirimetamina, un medicamento contra el SIDA, y a Mylan, que ha decidido recientemente aumentar el costo de EpiPen, utilizado por personas con alergias graves, como ejemplos "preocupantes" de aumentos de precios que llamaron la atención de miembros del Congreso de ambos partidos.

Conover dijo que el plan de Clinton para hacer frente a los aumentos de precios injustificados es una preocupación menor para la industria farmacéutica en comparación con la promesa que realizó el año pasado de reducir los precios de los medicamentos en general.

Las farmacéuticas han dicho que un descenso o una limitación de precios de los fármacos obstaculizaría su capacidad para invertir en investigación y daría lugar a un menor número de terapias nuevas.