(AFP) El expresidente chileno Sebastián Piñera anunció que delegará la administración de su cuantioso patrimonio, calculado en US$ 2,700 millones de dólares, con miras a las presidenciales de noviembre, mientras la justicia investiga inversiones hechas en su anterior mandato.

Favorito en las encuestas, Piñera dijo que decidió delegar la totalidad de la gestión de su patrimonio personal y de las sociedades en las que participa en Chile y en el extranjero.

Su esposa Cecilia Morel hizo lo mismo que él, mientras que sus cuatro hijos se comprometieron sólo a suscribir fideicomisos ciegos para la administración de las acciones de las sociedades anónimas que se transen en la bolsa chilena.

"Junto a mi familia hemos decidido adoptar un conjunto de iniciativas de carácter voluntario para que ese patrimonio sea administrado e invertido con el fin de evitar cualquier conflicto de interés", dijo Piñera, que encabeza las encuestas para las elecciones del 19 de enero, con un 24%.

Según el exmandatario derechista, se impuso "voluntariamente criterios adicionales que exceden los requerimientos de la ley" vigente, así como sus hijos, pese a que no estaban obligados por la normativa.

Según la revista Forbes, el exmandatario (2010-2014) posee un patrimonio estimado en US$ 2,700 millones.

Estrategia anteriorDurante su anterior mandato, sometió a un fideicomiso ciego voluntario una parte de su patrimonio en Chile y durante sus primeros meses de gobierno vendió las acciones que tenía en el canal de televisión Chilevisión, LAN Chile y el club de fútbol Colo Colo.

Pero la justicia investiga las inversiones que una de sus empresas realizó en una pesquera peruana mientras era mandatario y se discutía un litigio marítimo entre ambos países en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

El caso estalló en noviembre pasado, cuando medios de prensa revelaron que una de sus empresas compró acciones de la pesquera peruana Exalmar, que extrae productos de la zona marítima ganada por Perú tras un fallo de la Corte de La Haya en 2014 que modificó el límite marítimo entre ambos países.

Piñera reconoció la inversión pero negó haber tenido conocimiento de esa operación financiera, gestionada por Bancard, el brazo financiero de su gigantesco grupo económico.