AFP.- La ciudad estadounidense de Chicago presentó una demanda contra el gobierno de Donald Trump por retener los fondos de las llamadas "ciudades santuario", que se niegan a cooperar con las autoridades federales en su afán por reducir los inmigrantes indocumentados.

Esta demanda, la primera de este tipo, desafía el requisito de la administración Trump de que las ciudades detengan a los sospechosos de residencia ilegal para ser interrogados por las autoridades federales de inmigración.

El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, explicó que la medida es contraproducente.

"Al forzarnos, o al departamento de policía, a elegir entre los valores de la ciudad y la filosofía del departamento de policía, creo que es una elección errónea y socava nuestra agenda real de seguridad", declaró a la cadena CNN.

"Siempre seremos una ciudad de bienvenida", subrayó, y añadió que los departamentos de policía locales dependen de la cooperación de la comunidad de inmigrantes, tanto documentados como indocumentados.

"Nuestro departamento de policía es parte de un barrio, parte de una comunidad, construida sobre la base de la confianza", apuntó el alcalde.

Gracias a esta subvención federal, que ahora centra la demanda, Chicago recibió 2,3 millones de dólares el año pasado para comprar equipo policial, como automóviles, computadoras, radios y pistolas Tasers, detalló Emanuel.

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