Yolanda Torriani, presidenta de la CCL.
Yolanda Torriani, presidenta de la CCL.

Ante la gravedad de los audios que involucran en presuntos actos ilícitos a tres miembros del Consejo Nacional de la Magistratura, al presidente de la Corte Superior de Justicia del Callao y al titular de la Segunda Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema, la Cámara de Comercio de Lima () mostró su preocupación pues esto hechos afectan la .

“Actos como estos perjudican la imagen del país a nivel internacional. Demandamos una investigación que al más breve plazo arroje resultados concretos. Estos audios nos enrostran que la corrupción alcanza a los más altos niveles de nuestro país”, comentó la presidenta de la CCL, .

En esa línea, destacó que el presidente de la República, Martín Vizcarra, haya pedido al Congreso la remoción de los miembros del involucrados, en tanto se llevan a cabo las investigaciones.

“Si es posible dar esta medida de inmediato, sería una señal muy clara de que se tiene un compromiso real con la lucha anticorrupción”, anotó.

Además, advirtió que el Perú pierde credibilidad con cada acto de corrupción que se descubre y, peor aún, se deteriora la confianza de la ciudadanía en sus autoridades y se ahuyenta a los interesados en trabajar y generar trabajo en nuestro país.

“Es muy grave que la instancia encargada de elegir a los jueces en el Perú se encuentre inmersa en acusaciones de corrupción. La capacidad de impartir justicia en un país es una garantía para la llegada de capitales privados y, si no es así, con el tiempo tendremos mayores dificultades para mantener al Perú como una plaza segura para las inversiones”, comentó la presidenta de la .

“Desde el sector empresarial hacemos un llamado al Congreso y al propio Consejo Nacional de la Magistratura para combatir seriamente estos actos vergonzosos. Los empresarios ya hemos tomado medidas contra la corrupción; es hora que otras instancias de la sociedad peruana hagan lo suyo”, mencionó Torriani.

Finalmente, señaló la importancia de tener como norma de vida y de conducta el rechazo rotundo a toda forma de corrupción, pero también a todo mecanismo que pretenda brindar impunidad a los corruptos.