Redacción Gestión

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Barcelona, (AFP) .- A diferencia de su antecesor Artur Mas, un nacionalista convertido, Carles Puigdemont es un independentista de toda la vida que ahora recibe el inesperado encargo de liderar a Cataluña hacia la secesión del resto de España.

Alcalde de Girona desde 2011, Carles Puigdemont, periodista de 53 años, consiguió atraer hasta esta pequeña ciudad burguesa, con un fuerte sentimiento nacionalista, el rodaje de la sexta temporada de la serie estadounidense Juego de Tronos.

Ahora, en un giro de guión digno de esta ficción televisiva, este hijo de pasteleros con una corta pero meteórica carrera política se convierte, tras la renuncia forzada de Artur Mas, en el dirigente que debe liderar un proceso para independizar en 2017 esta región mediterránea de 7,5 millones de habitantes.

En Amer, su pueblo natal de 2.200 habitantes, escondido entre pequeñas montañas, una gran bandera independentista ondea en su acceso principal. También encima de la pastelería Puigdemont, el negocio de la familia del nuevo dirigente catalán, el segundo de ocho hermanos.

"Somos una familia independentista de pura cepa, el amor por este país lo hemos llevado siempre dentro", explica a la AFP su hermana Anna, encargada de regentar el comercio. "Defiende la independencia desde que tiene uso de razón", asegura su amigo de infancia Salvador Clarà, concejal independentista y de izquierdas en Amer.

Puigdemont nunca escondió este sentimiento, ni siquiera cuando era residual en la región y muy minoritario en su partido, Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), al que ingresó en 1980 como miembro de sus juventudes y que entonces era partidario de negociar mayor autonomía con Madrid.

En 2014, tras la proclamación de Felipe VI como rey de España, no tuvo reparos para pedir a la nueva princesa heredera, Leonor de Borbón, no utilizar el correspondiente título nobiliario de princesa de Girona. "No nos sentimos identificados con este título", explicó entonces a la AFP.

Para Silvia Paneque, líder de la oposición socialista en esa ciudad, Puigdemont practica en ocasiones un nacionalismo "excluyente", e "insiste en separar entre partidarios y no partidarios del proyecto independentista".

- Perfil socialdemócrata –

Nacido el 29 de diciembre de 1962, Puigdemont no saltó hasta la primera línea política hasta 2011, cuando consiguió terminar con 32 años de gobiernos socialistas en su ciudad. Su figura política creció y en julio de 2015 se convirtió en presidente de la asociación de municipios independentistas.

Antes dedicó toda su trayectoria al periodismo, oficio que aprendió de forma casi autodidacta a partir de los 16 años. "Siempre tuvo mucha curiosidad", explica su hermana, revelando que de pequeño, impactado por el aterrizaje del hombre en la luna, soñaba con ser austronauta.

Durante 17 años trabajó en el diario regional El Punt, de marcada ideología nacionalista, antes de lanzarse a la creación de una agencia de noticias regional y de un diario en inglés sobre la actualidad catalana.

"Me interesa la comunicación relacionada con la proyección exterior de Cataluña", asegura en su blog Puigdemont, un apasionado de las nuevas tecnologías que utiliza Twitter desde diciembre de 2007, solo un año después de su creación.

Como su predecesor, domina el inglés y el francés pero también el rumano, país de donde procede su mujer, Marcela Topor, con quien tiene dos hijas pequeñas.

Pero a diferencia de Mas, responsable de políticas austeras durante la crisis, Puigdemont luce un perfil más socialdemócrata que puede seducir a los independentistas de izquierda recelosos del anterior líder. "Él no procede de la burguesía de Barcelona como Mas sino de la menestralía rural. Eso le da sensibilidad social", asegura Clarà.

"Puede hacer encajar desde el espacio liberal hasta el socialdemócrata", añade, augurándole éxito al timón de la complicada alianza independentista entre liberales, progresistas e izquierdistas radicales.