Redacción Gestión

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(Bloomberg).- Los inversores entusiasmados con la perspectiva de la destitución de la presidenta de Dilma Rousseff podrían estar adelantándose demasiado.

Dos días después de que un legislador inició el proceso para el juicio político, las acciones, la moneda y los bonos brasileños tuvieron un alza por el optimismo respecto a que la medida podría llevar a terminar con una crisis política que frena reformas fiscales que se necesitan con urgencia.

Pero el intento de destituir a Rousseff podría solo empeorar las cosas en un país atado de pies y manos por la peor recesión en un cuarto de siglo y un escándalo de corrupción cada vez más grande, según GAM UK Ltd. y Spiro Sovereign Strategy.

a basura el 9 de setiembre en tanto al gobierno de Rousseff se le dificultaba obtener el apoyo del Congreso para dictar medidas de austeridad destinadas a detener el deterioro de las finanzas del país.

"Esto me parece prematuro", dijo Paul McNamara, gerente de cartera de GAM UK Ltd., que administra US$ 25,000 millones que incluyen bonos brasileños. "El resultado de corto plazo más probable es la parálisis política y eso no es bueno para un país en la situación en que está Brasil en este momento".

El presidente de la cámara baja Eduardo Cunha dijo el miércoles que aceptaba el pedido de juicio político para Rousseff, lo que puso en marcha procedimientos que podrían demorar meses y requerir varias votaciones del Congreso. El pedido acusa a Rousseff de violar la ley de responsabilidad fiscal de Brasil en 2014 y 2015, entre otras cosas al maquillar las cuentas fiscales. En él también se afirma que en su campaña recibió fondos provenientes de actividades fraudulentas.

Rousseff, que inició su segundo mandato en enero, negó haber cometido actos ilícitos y dijo que los argumentos para someterla a juicio político no tenían fundamento. Declaró a la prensa el jueves que estaba "escandalizada" por la decisión de Cunha.

"Este pedido es injustificado", manifestó. "No he cometido actos ilícitos".

El jueves, los costos de endeudamiento de Brasil cayeron. El rendimiento adicional que exigen los inversores para tener bonos denominados en dólares en lugar de bonos del Tesoro de los EE.UU. se redujo 0.06 puntos porcentuales, a 4.55 puntos porcentuales, según JPMorgan Chase & Co. Las permutas de riesgo crediticio a un año también bajaron.

El mercado de valores tuvo su mayor aumento en un mes, mientras que el real subió 2.1% frente al dólar.

"No está claro si esto podría actuar como un catalizador para la reforma o haría que las cosas se pongan mucho peor", dijo Nicholas Spiro, director gerente de Spiro Sovereign Strategy en Londres. "Las cosas se deterioraron a tal punto –en lo político, lo económico y lo financiero- que a los inversores les resulta difícil tener una opinión sobre cuál es el mejor camino para Brasil en este momento. Los mercados quieren estabilidad por sobre todas las cosas y eso es impensable en el futuro próximo".