(Bloomberg) En 1997, el refugiado Alem Boric y un socio crearon Europa Market, 600 pies cuadrados (55 metros cuadrados) de Bosnia en St. Louis. En la actualidad, lo que comenzó como una tienda de la esquina en el barrio Bevo Mill de la ciudad es un gigante de 96,000 pies cuadrados (8,900 metros cuadrados) que distribuye carnes ahumadas, quesos, pasteles y mermeladas croatas de la ex Yugoslavia, de Alemania, Italia y Grecia a 28 estados de .

Los ingresos de la compañía, que tiene 45 empleados, se han duplicado anualmente en los últimos años.

En los suburbios y zonas rurales de los estados indecisos del Rust Belt (literalmente Cinturón de Óxido), el mensaje contrario a los inmigrantes del presidente Donald Trump habrá triunfado, pero en St. Louis y el resto de las ciudades post-industriales ruinosas, es anatema.

Los inmigrantes representan el renacimiento: estabilizaron barrios, rellenaron las arcas municipales y, en el proceso, apuntalaron las calificaciones crediticias y las ventas de bonos.

Los alcaldes, desde Detroit hasta Cleveland –-al igual que ciudades del noreste, como Albany, Nueva York, y Lowell, Massachusetts-- ven la salvación financiera en estos estadounidenses flamantes y están consternados ante la ofensiva de Trump destinada a restringir las fronteras.

El alcalde de St. Louis, Francis Slay, está encantado con la floreciente comunidad de inmigrantes bosnios en su ciudad.

"Hasta que vinieron los bosnios, estábamos perdiendo población y casi más gente que todas las ciudades de los Estados Unidos", señaló Slay, que es demócrata. "Nos han ayudado a revitalizar esta ciudad".

Gran parte del sufrimiento en el Rust Belt deriva de la dolorosa transición que está haciendo de ser una economía basada en la industria a una centrada en el sector de los servicios.

En sus ciudades, la proporción de empleo con respecto al país cayó de 43% en 1950 a 27% en el 2000, según un estudio. Mantener la población ha sido una lucha: más de la mitad de los 23 municipios, incluidos Detroit, Syracuse y Toledo, experimentaron pérdidas entre el 2000 y 2014, según datos del censo.

Refugio seguroMuchos bosnios en St. Louis huyeron de la brutal guerra civil de Yugoslavia en los años 1990 y son en gran parte musulmanes. Eso adquiere una resonancia particular ahora que la administración Trump trata de cerrar el paso a los refugiados en aras de frenar el terrorismo islamista durante un conflicto que obligó a casi cinco millones de personas a abandonar Siria.

La Conferencia de Alcaldes ha censurado las medidas de Trump mencionando una tradición de brindar "un refugio seguro, libertad y oportunidades".

Los dirigentes de ciudades como Los Ángeles, Dallas, Seattle, Louisville, Phoenix y Boston han expresado una opinión independiente, diciendo en muchos casos que los inmigrantes son fundamentales para la prosperidad.

"Las ciudades ven ingresar a inmigrantes y refugiados en el mercado de trabajo donde no lo hacen los estadounidenses nativos", dijo Christina Pope, directora regional Welcoming America, una organización sin fines de lucro con sede en Decatur, Georgia, que fomenta el espíritu empresarial y la integración económica de los inmigrantes.

Los votantes que catapultaron a Trump a la Casa Blanca actuaron enfrentando opiniones de personas que veían como "elites globales", opinó John Mauldin, presidente de Millennium Wave Advisors, con sede en Dallas, una firma de asesoramiento en inversiones.

"Los datos –-dicen lo que usted quiere que digan," dijo Mauldin, quien considera que Estados Unidos ha admitido a demasiados refugiados sin habilidades valiosas. "Realmente todo se reduce a las impresiones de las personas, lo que sienten, su sesgo político", agregó.