Bloomberg.- La inesperada decisión del presidente Donald Trump de desdeñar a sus aliados republicanos en el Congreso llegando a un trato con los demócratas por un límite de deuda de corto plazo hace tambalear al Partido Republicano y lleva a los legisladores a prepararse para una fiera batalla en diciembre.

La medida de Trump dejó mal parados a los líderes republicanos de la Cámara de Representantes y el Senado, así como a su propio secretario del Tesoro, que habían planteado una extensión a más largo plazo del límite de deuda.

También hizo que los republicanos, que fueron tomados por sorpresa, terminaran furiosos y decepcionados de sus propios dirigentes y, en menor medida, de Trump.

"Los demócratas consiguieron exactamente lo que querían", dijo el director del Freedom Caucus de la Cámara Mark Meadows, agregando que el acuerdo "les da la mayor influencia del mundo para conseguir exactamente lo que quieran más adelante".

Durante una reunión en la Oficina Oval que tuvo lugar el miércoles, Trump aceptó una propuesta del líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, y su par de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, de vincular una suspensión de tres meses del límite de deuda a una medida de ayuda para el huracán Harvey, e incluir una resolución transitoria para financiar al gobierno hasta diciembre.

El episodio es el último ejemplo del aprieto en que se encuentran los republicanos. Aun cuando controlan la Casa Blanca y ambas cámaras del Congreso, no han podido dejar de lado sus diferencias para lograr sus cometidos. En cambio, este último acuerdo podría haberles dado ventaja a los demócratas al acercarse la disputada negociación de fin de año.

El acuerdo abre la posibilidad de una pelea por el financiamiento del gobierno que podría ser importante y que se prevé incluirá el muro en la frontera con México que Trump ha propuesto y su decisión de poner fin a un programa que permite a los inmigrantes jóvenes indocumentados permanecer en Estados Unidos, así como quizá el techo de la deuda.

El presidente de la Cámara, Paul Ryan, que estuvo presente en la reunión con Trump, no previó lo que ocurriría. Horas antes del trato de Trump, les había dicho a los periodistas que la propuesta demócrata de un acuerdo de corto plazo por el límite de la deuda era "impracticable" y "ridícula".

A última hora del miércoles, los senadores republicanos dieron a conocer una nueva versión del proyecto de ley de ayuda para Harvey que incluía la extensión del techo de la deuda y financiaría al gobierno hasta el 8 de diciembre. También casi duplicaría el total de fondos de ayuda para el desastre con respecto a lo que la Cámara había aprobado horas antes, llevándolo a US$ 15,250 millones. Los fondos adicionales se destinarían al programa Community Development Block Grant para satisfacer las necesidades de vivienda en las zonas de catástrofe.

Los demócratas, por su parte, disfrutaron de su inesperada victoria."Hoy fue un buen día en una ciudad en general muy partidista", declaró Schumer a la prensa. "Y esperemos poder continuar trabajando juntos por el bien de los estadounidenses, por el bien de las familias trabajadoras que tanto necesitan nuestra ayuda".