Solo las ciudades de Cusco, Huancayo, Lima y Trujillo han contabilizado las emisiones de gases de efecto invernadero, y de ellas, solo Lima y Trujillo han preparado Estrategias de Adaptación y Mitigación, reveló el Primer Reporte Nacional de Indicadores Urbanos 2018.

El estudio, elaborado por Periferia y la World Wild Fund (WWF) en alianza con la Asociación de Municipalidades del Perú (Ampe), constituye un esfuerzo por compilar, analizar y comparar data sobre un primer grupo de ciudades a escala nacional: 25 ciudades capitales y 5 ciudades emergentes, con un enfoque de sostenibilidad y resiliencia.

De acuerdo a la investigación, en las cuatro ciudades que miden sus emisiones contaminantes se encuentran rangos aceptables de emisiones de carbono (menores a 5 toneladas al año per cápita). Asimismo, en esas urbes existen mayores avances en la preparación de instrumentos relacionados con la gestión de riesgos a nivel urbano.

Otro aspecto importante del estudio es que el 92% de los distritos que conforman las 30 ciudades estudiadas tienen un Mapa de Identificación de Zonas de Alto Riesgo; en tanto que el 72.1% reporta la Identificación de las Áreas Inundables; el 43.5% ha elaborado el Plan de Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres; y el 34.7% tiene un Sistema de Alerta Temprana.

También da cuenta que solo 5 ciudades (Abancay, Cajamarca, Lima, Quillabamba y Trujillo) tienen un nivel de cumplimiento de la Política y Plan Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres mayor al 50%, de acuerdo a la meta 11 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas al año 2030.

La ejecución presupuestal en materia de gestión de riesgo de desastres es relativamente buena (mayor al 70% del presupuesto) solo en el 60% ciudades analizadas. “Estamos aún lejos de tener todos los instrumentos y capacidades necesarios para la gestión del riesgo a nivel urbano”, concluye el estudio.