Los nahua son un pueblo catalogado en contacto inicial, que mantiene relaciones sostenidas con la sociedad externa a la reserva desde hace aproximadamente 30 años. (Foto referencial: Ítalo García)
Los nahua son un pueblo catalogado en contacto inicial, que mantiene relaciones sostenidas con la sociedad externa a la reserva desde hace aproximadamente 30 años. (Foto referencial: Ítalo García)

Agencia EFE

Las autoridades peruanas mantienen de momento a raya el COVID-19 de una de las cinco reservas de la Amazonía peruana para pueblos indígenas en aislamiento o contacto inicial (PIACI) en cuyos alrededores se han detectado varios contagios que hicieron saltar las alarmas.

Hasta ahora se han confirmado 173 infectados en Sepahua, localidad de paso obligado para adentrarse en la Reserva Territorial Kugapakori, Nahua, Nanti y otros (RTKNN), un espacio de unas 456,000 hectáreas de selva virgen donde viven varios pueblos nativos con diversos grados de contacto con la cultura occidental.

A este enclave en el río Urubamba suelen llegar para abastecerse de algunos productos nativos de la etnia nahua que viven dentro de la reserva en la aldea de Santa Rosa de Serjalí, habitada por unos 300 indígenas, lo que suscitó la preocupación de la autoridades por un eventual brote de coronavirus en este colectivo muy vulnerable.

Entre los contagiados que dieron positivo en Sepahua hay de momento un nahua, hombre de 22 años que llegó a esta localidad procedente de otra zona de Perú en un viaje humanitario organizado por las autoridades para devolver a sus lugares de origen a personas que necesitaban retornar durante la cuarentena.

Máxima precaución

Esta persona sin síntomas de la enfermedad pasó una primera prueba rápida que dio negativo al iniciar su viaje y una segunda que dio positivo tras terminar la cuarentena que hizo con el resto de su grupo al llegar a Sepahua, por lo que inmediatamente quedó aislado, según informó la Micro Red de Salud de la zona.

Este primer caso del COVID-19 en población nahua no tuvo contacto con los otros 38 que el 10 de junio comenzaron una cuarentena preventiva en Sepahua antes de volver a la reserva para evitar así contagios al resto de su comunidad en Santa Rosa de Serjalí.

Los nahua son un pueblo catalogado en contacto inicial, que mantiene relaciones sostenidas con la sociedad externa a la reserva desde hace aproximadamente 30 años.

Esta población atraviesa además una grave situación de salud ya que el 80 % de ellos presenta contaminación de mercurio en su sangre, con niveles por encima de los límites saludables, por causas todavía desconocidas, aunque se especula que pueda deberse a la minería ilegal de oro que se practica en ríos de la Amazonía.

Ayuda de emergencia

Para evitar que otros nahua se desplacen en estos días hasta Sepahua en busca de alimentos y otros productos, el Ministerio de Cultura de Perú entregó la semana pasada siete toneladas de víveres y artículos de limpieza a las 116 familias que habitan en Santa Rosa de Serjalí.

Entre los otros 172 casos de COVID-19 detectados en Sepahua, ubicada en la región de Ucayali, hay indígenas de otras etnias que habitan en comunidades alrededor del municipio y fuera de la reserva, como 111 yines, 13 machiguengas, 6 quechuas, 4 amahuacas, 2 asháninkas y 2 shipibos.

Más de cien de estos casos se han confirmados en la comunidad nativa de Puija, de etnia yine, pueblo donde el virus también se ha expandido a otras comunidades como Miaría, ubicada en la jurisdicción de la región de Cusco.

Restricciones de ingreso

Desde finales de marzo el Gobierno tiene suspendida la emisión de permisos extraordinarios para acceder a las reservas de los pueblos indígenas en aislamiento o contacto inicial (PIACI) a menos que sea para acciones preventivas de salud, con el objetivo de restringir al máximo el ingreso de personas extrañas a estos territorios.

De los casi 280,000 casos de COVID-19 confirmados a nivel nacional, se desconoce cuántos de ellos son indígenas, pues el Gobierno no ha introducido todavía la variable étnica en sus estadísticas oficiales. Solo desde hace unas pocas semanas lo hace el gobierno regional de Loreto, la región más extensa del país.

Perú, primer país de Latinoamérica en decretar la cuarentena general y obligatoria cuando apenas había registrado 71 casos, levantará el confinamiento a partir del 1 julio en siete de las veinticinco regiones del país, a pesar de que a nivel nacional registra todavía un promedio de unos 3,500 contagios nuevos al día.