Durante la segunda y tercera semana de la cuarentena, Lima alcanzó los niveles de ruidos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según una medición del nivel de ruido realizada por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad del Pacífico.
La OMS, así como el ECA-Ruido nacional, recomienda que el ambiente se pueda mantener dentro de un umbral de 55 decibeles, actualmente el nivel de ruido se mide en una escala de cero a 120 decibeles (nivel de estímulo en el que las personas empiezan a sentir dolor).
La medición del nivel de ruido durante la cuarentena identificó cuatro puntos de referencia en Lima, como la Avenida Salaverry en Jesús María que registró 1.2 decibeles; la avenida Los Ángeles en Ate con 37.77 decibeles; Trébol de Javier Prado con 43.29 decibeles; y la avenida Angelica Gamarra en Los Olivos con 46.8 decibeles. Los distritos incluidos en la medición de nivel de ruido brindaron una representación de diversos puntos de Lima.
“El ruido urbano es una amenaza creciente para la salud. Es factible unir esfuerzos para diseñar políticas innovadoras orientadas a reducir el ruido en la ciudad, reducir la contaminación sonora exigen no solo de marcos regulatorios eficientes y efectivos, sino también de una acción ciudadana responsable frente a las emisiones de ruido”, señala Rosario Gómez, profesora e investigadora del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico.
La OEFA realizó en el 2015 una medición en 194 puntos de la ciudad y reportó que el 90.2% de los puntos medidos superaron el ECA-ruido. Además, se identificaron 10 puntos críticos, entre ellos en El Agustino con 84.9 decibeles y Breña con 81.6 decibeles. Se denominan críticos porque el nivel de ruido continuo supera los 80 decibeles.
“El monitoreo frecuente del ruido es necesario para evaluar su evolución y cambios a partir de las medidas correctivas que se implementen. Para ello, las mediciones periódicas como las del Observatorio de Políticas Públicas de la UP con metodologías consistentes, son necesarias”, afirma la investigadora.
Reducción de la contaminación sonora
Durante el 2019 el nivel de ruido promedio en Lima Metropolitana superó el Estándar de Calidad Ambiental para ruido (ECA-Ruido) de 55 decibeles y alcanzó niveles entre los 75 a 90 decibeles en un día normal.
Según la investigadora Rosario Gómez, “en el contexto de la pandemia no sorprende que los resultados estén por debajo de los ECA-ruido nacionales. A modo indicativo, los resultados sugieren que zonas de alta contaminación sonora como Ate, que en el 2015 registró 81.3 decibeles, en la medición que realizó la EGP-UP alcanzó 37.77 decibeles. Ello evidencia el efecto de la paralización de las principales fuentes de contaminación sonora (fábricas, tránsito vehicular)”.
En el Perú, desde el 16 de marzo, se paralizaron la mayoría de las actividades económicas, y durante las primeras semanas de la cuarentena las calles de Lima se vieron completamente vacías. Sin embargo, en el transcurso de los meses la venta ambulatoria, los comercios, transeúntes y transporte público normalizarán sus actividades.
“La semiparalización económica ha permitido redescubrir el valor de la calma y los efectos del mínimo ruido en la ciudad. El gradual reinicio de las actividades económicas es una oportunidad para fortalecer el compromiso por la gestión de ciudades sostenibles”, concluye Gómez.