(Fotos AFP)
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Líderes indígenas asháninkas del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), la mayor cuenca cocalera de Perú, llegaron a Lima este jueves para manifestar su apoyo al Gobierno de Perú en sus operativos para erradicar la hoja de coca, materia prima de la cocaína.

“Como organización, estamos de acuerdo con la erradicación y vamos a respaldar la decisión del gobierno, pero queremos que la erradicación empiece en los colonos cocaleros que están abriendo campos de cultivo en zonas de comunidades nativas”, señaló a Efe el líder asháninka Ángel Pedro Valerio, presidente de la Central Asháninka del Río ENE, situado en la región Junín.

Valerio, quien llegó a la capital peruana acompañado de Fabián Antúnez, presidente de la Central Asháninka del Río Tambo, también de la región Junín, exigió al Gobierno que no ceda a las amenazas de un paro indefinido de estos agricultores si no se cesa en la erradicación de los cultivos, porque en los últimos años ha sido “testigo del avance de estos cultivos”.

“Se ha visto que algunas comunidades están sembrando hoja de coca pero en pequeña escala, porque nuestros productos ancestrales, no tiene un costo digno para solventar a la familia de nuestros hermanos indígenas”, agregó Valerio.

No obstante, según señaló, ello los expone a presiones de grupos de narcotraficantes, que incluso han captado a muchos jóvenes para sus fines, pero también a ir en contra de la preservación de sus bosques, que pierden hectáreas ante el avance de los cultivos.

“El Estado debe contrarrestar el avance, pero debe hacerlo sin olvidar que hay muchas necesidades por atender en esa cuenca. El gobierno tiene que buscar mercados especiales para los productos alternativos a la hoja de coca. El precio del café está por los suelos. No podemos compararlos con la hoja de coca”, añadió Valerio.

“No queremos volver al mismo problema que hemos tenido por el terrorismo en los años 80, 90, por Sendero Luminoso. Si el Estado no toma decisiones drásticas para estos sembradores de hoja de coca, vamos a vivir lo mismo que vivimos en esos años”, apuntó el líder asháninka.

El primer ministro peruano, Vicente Zeballos, llegó este jueves a la localidad de Pichari, en Ayacucho, junto con el ministro de Agricultura, Jorge Montenegro, para abrir una mesa de diálogo con la Federación de Productores Agrarios del Valle del Río Apurímac (FEPAVRAE), que se opone a la erradicación forzosa de cultivos de hoja de coca dispuesta por el Estado.

Ellos argumentaron que estos cultivos son la única fuente de ingresos para las familias de esta deprimida zona, adonde apenas llegan servicios básicos.Por ello, han exigido al Gobierno que cese en la erradicación forzosa de este cultivo, y que retire a la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), que ofrece programas de cultivos alternativos como el cacao, el café y diversas frutas para que hagan una transición hacia la producción lícita.

La reunión que mantiene una duración de más de cuatro horas, tuvo un inicio accidentado, por las acusaciones de que la FEPAVRAE había impedido el ingreso de líderes indígenas que sí están a favor de la erradicación de los cultivos de hoja de coca, que según denunciaron tienen como destino, en un 90 %, el narcotráfico.

La FEPAVRAE ha anunciado que, de no llegar a un acuerdo con el gobierno, iniciará un paro indefinido