FPF

Edwin Oviedo fue elegido presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) para el periodo 2015 al 2018, ¿Por qué la necesidad de ampliar su gestión por dos años más?
Esto responde a la necesidad de adecuar los estatutos de la federación a los nuevos estatutos modelo de la FIFA y es un trabajo serio, exhaustivo, para incorporar nuevos grupos de interés que no han estado nunca en la asamblea de bases de la federación. Esta ampliación es para fortalecer a la federación, dándole una ley especial.

¿Por qué tener una ley especial?
Es el único deporte autonómico en lo económico, no requerimos de recursos del Estado. Nos solventamos con nuestros ingresos privados y es el único deporte que tiene una liga profesional. Somos especiales no por creernos mejores, sino por la condición misma del fútbol y su desarrollo en el Perú.

Los críticos a la llamada “ley Oviedo” indican que resulta inconstitucional sacar a la FPF del ámbito del IPD, ¿por qué con el fútbol hacer esa excepción?
El deporte no puede tener injerencia política. Tiene que ser administrado de forma privada. Si el Estado peruano decide estatizar los recursos de la federación o que el IPD controle las actividades de la federación, la FIFA sancionará a esa federación, pues considerará que la política va a intervenir en una gestión. Tendríamos que pedir permiso al IPD para firmar contratos de marketing, para usar los logos considerados nacionales, la camiseta rojiblanca, etc. Esa es una interferencia estatal que habría que salvar de forma urgente.

¿Por qué la reforma de los estatutos no se hicieron durante los cuatro de años de presidencia de Oviedo y así no tener que ampliar su gestión?
Hubo una implosión de la FIFA en el 2015, que permitió un cambio de liderazgo. Con Infantino la FIFA aprobó nuevos estatutos en mayo del 2016. La federación tenía que adecuar sus estatutos. El 2016 vino una misión de FIFA y nos dijo que no podíamos adecuarnos al estatuto FIFA pues había una ley general del deporte que estatiza. Teníamos que convencer a los legisladores de la necesidad de modificar la ley o hacer una ley especial, que es lo que finalmente se hizo.

La ley se aprobó en enero del 2018, ¿por qué en estos 10 meses no se adecuaron los estatutos para que Oviedo pueda culminar su gestión a fin de año?
Es que no son cambios menores. No son cambios estatutarios solo en la federación, sino que tienen que darse en las partes conformantes. En las ligas departamentales, en los clubes profesionales y en los nuevos grupos que se van a incorporar: árbitros, jugadores, fútbol femenino, entrenadores. Deben tener elecciones democráticas y esos representantes elegidos serán miembros de la nueva asamblea de bases que elegirán al nuevo presidente de la Federación Peruana de Fútbol, ¿Eso se podía hacer en diez meses? Imposible. Y había un mundial en medio. Hubo un trabajo previo de organización de nuestra participación.

En el plan que tienen, ¿las próximas elecciones cuándo serían?
Lo que hemos propuesto es hacer las elecciones en diciembre del 2019. Ello implica que han habido elecciones en los estamentos previos. En abril, mayo o junio las ligas distritales tendrán que empezar a hacer sus elecciones para elegir a sus representantes provinciales y estos a su vez elegir a los departamentales. Igual las asociaciones de jugadores, árbitros y otras categorías.

¿El camino para hacer las reformas no sería mejor con la licencia o renuncia de Edwin Oviedo?
No creo, pues siempre puede haber otro argumento para querer afectar algo que esté funcionando bien, como el fútbol en el Perú (…). Que el presidente de un paso al costado, es un procedimiento que no existe, pues no tiene ningún proceso, son investigaciones, acusaciones. Hemos analizado esa situación. Lo ha analizado FIFA y Conmebol y prima la presunción de inocencia. No somos una instancia judicial. Lo importante es la reforma. Se necesitan liderazgos fuertes. Y no es por mucho tiempo más. Otros liderazgos se han quedado por años. Necesitamos un año más para terminar las reformas. No nos distraigamos, lo que tenga que pasar, pasará, pero sigamos trabajando, sino se van a debilitar las reformas.