El IGP advirtió que en la zona Este de Lima suelen producirse precipitaciones. (Foto: GEC)
El IGP advirtió que en la zona Este de Lima suelen producirse precipitaciones. (Foto: GEC)

El Instituto Geofísico del Perú (IGP) informó que continuará con el servicio de monitoreo de huaicos en la zona este de Lima, con la finalidad de reducir el riesgo del desastre y garantizar el abastecimiento a Lima Metropolitana durante la cuarentena obligatoria establecida por el Gobierno. Cabe indicar que esta medida está vigente desde el domingo 31 hasta el 14 de febrero.

El IGP, órgano adscrito al Ministerio del Ambiente (Minam), indicó que cuenta con un equipo de investigadores y técnicos que han desarrollado un eficiente sistema de monitoreo ininterrumpido de huaicos, que ante la temporada de lluvias se encuentra estratégicamente instalado en la quebrada de Jicamarca. Este sistema puede ser replicado fácilmente en otras zonas del país.

En un , Juan Carlos Espinoza, ingeniero responsable del desarrollo del sistema, explicó que en la zona de Jicamarca, en las quebradas Huaycoloro y Rioseco, límite del distrito de Lurigancho-Chosica con la provincia de Huarochirí, están implementados estratégicamente cuatro estaciones de monitoreo compuesta por cámaras y sensores de movimiento y altura que permiten el monitoreo continuo y la emisión de alertas inminentes de ocurrencia de huaicos.

“De presentarse un evento de huaico, nuestro sistema de monitoreo enviará alertas en tiempo real a Sedapal, COEN, Senamhi, y al Minam, entre otras, lo que permitirá adoptar acciones de respuesta de manera oportuna y en el menor tiempo posible para salvaguardar la vida de los pobladores”, resaltó el investigador.

Por su parte, Juan Carlos Gómez, investigador en dinámica superficial, refirió que, en el año 2017, gracias a la información generada por el sistema de monitoreo de huaicos del IGP, la alerta permitió a Sedapal tomar acciones de respuesta oportuna para salvaguardar la integridad de la planta de La Atarjea. Esto evitó el ingreso de toneladas de lodo a sus instalaciones, lo que hubiese afectado significativamente el ochenta por ciento de abastecimiento de agua para Lima Metropolitana.