Huacas de Lima (Foto: Efe)
Huacas de Lima (Foto: Efe)

Un total de 447 , el término quechua que designa un lugar sagrado, de la ciudad de Lima son reivindicadas por Perú como espacios de identidad en la XVI Bienal de Arquitectura de Venecia, que abre sus puertas el 26 de mayo.

Sin embargo, ya desde hoy los distintos pabellones muestran sus proyectos a la prensa y el que representa a Perú en esta cita internacional es "En reserva", un proyecto liderado por la arquitecta Marianela Castro De la Borda y el equipo formado por Janeth del Carmen Boza Rodríguez, Javier Lizarzaburu Montani, Gabriel Lapouble Barrios y Carlos Toshio Pardo Tanamachi.

Se trata de una muestra que reivindica las huacas de Lima -como la de San Roque de Garagay, la de Cerro Segundo B o la Chavarria- como espacios milenarios de identidad y memoria ciudadana, que han sobrevivido al paso del tiempo y que no deben ser olvidados porque son lugares fundamentales para entender el mundo actual.

El pabellón se compone de un gran muro que representa la ciudad de Lima y en el que cada está señalada con un nudo.

Pero detrás de este gran panel, los hilos de los nudos conectan Lima con su pasado para reivindicar que el patrimonio arqueológico es parte indiscutible del tejido urbano actual.

La propuesta para representar a Perú en esta edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia fue elegida entre más de 40 proyectos en un concurso nacional, explicó a Efe el ministro de Comercio Exterior y Turismo de Perú, Roger Valencia.

Valencia celebró la importancia de retomar las huacas y ponerlas en valor en el mundo contemporáneo porque se muestra "un patrimonio arqueológico" fundamental de la ciudad de Lima y de todo el país.

Señaló que "Lima siempre ha sido una zona de conexión entre el norte costero peruano, que es bastante fértil, y el sur desértico de la costa peruana".

En este contexto, "las huacas de Lima funcionaron como un eje de conexión entre las tradiciones culturales del norte, que son más escultóricas, y las tradiciones culturales del sur, que son más pictóricas".

"En Lima se hicieron ambos, pintura y esculturas, porque la ciudad sirvió de conexión de dos tradiciones culturales", en un país que es "una de las cunas de la civilización en el mundo", recordó.

Con esta exposición, Perú quiere enviar un mensaje al mundo de la arquitectura: "Perú le está diciendo al mundo 'continuamos produciendo, continuamos siendo una cultura con identidad propia y queremos seguir construyendo en este mundo globalizado, poniendo nuestro grano de arena, con nuestra propia visión y nuestra estética", subrayó Valencia.