Por Segundo Seclén
Presidente electo de la Asociación Latinoamericana de Diabetes (ALAD)
En el Perú la pandemia de la COVID-19 ha despertado una inminente preocupación por garantizar la protección de las personas y evitar el contagio, principalmente de aquellos que conforman los grupos de riesgo, como es el caso de los pacientes con enfermedades cardiometabólicas como la diabetes.
En agosto de este año, el 85.5% de pacientes fallecidos por coronavirus tenía obesidad y más del 40% sufría de diabetes. Estas cifras pusieron en alerta a todos los actores que conformamos el sector salud, quienes nos preguntamos, en el marco de la coyuntura actual, qué acciones de prevención y promoción se están implementando para la lucha contra la diabetes y cómo logramos el interés y participación de todos los ciudadanos.
El gran aumento de casos de diabetes en el mundo ha causado que instituciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud califique a esta patología como “la epidemia del siglo XXI” y que se desarrollen estrategias para disminuir la tasa de incidencia y mortalidad.
En Perú, durante el año 2018, se promulgó la Ley N° 30867, Ley General de Protección a las personas con Diabetes, a través de la cual se busca implementar acciones que promuevan la prevención, promoción, educación y atención sobre esta patología. Sin embargo, a la fecha, aún estamos a la espera de la publicación del reglamento que establecerá los parámetros para hacer esto posible, sobre todo el muy esperado Programa Nacional de Prevención y Atención de pacientes con diabetes que ordena dicha ley. Ante la coyuntura actual, se ha evidenciado aún más la necesidad de enfocarse en el acceso a la salud de los pacientes no infectados por COVID-19, principalmente de aquellos con mayor riesgo ante el contagio como las personas con diabetes.
Para lograr la atención de los tomadores de decisión y conseguir soluciones inmediatas es necesario poner en agenda la necesidad de que el Estado brinde a los pacientes con diabetes, en primer lugar, acceso a la atención en salud, lo que no solo se va a traducir en beneficios para este grupo de personas, sino también para el sistema de salud en general, al evitar sobrecargarlo.
Asimismo, resulta imperativo implementar campañas de educación que permitan la visibilización de la enfermedad, que den a conocer las formas de prevención e identificación temprana y que fomenten la visita periódica al médico. En ése sentido las sociedades científicas de Endocrinología, Diabetes, Obesidad y Medicina Interna se han pronunciado en la necesidad de que el programa de prevención y atención de diabetes sea de alcance nacional y que se cumpla tanto en el sector público como en el privado.
Por ello , es momento de establecer espacios de colaboración público-privadas, para que los líderes y autoridades hacedores de políticas de salud, y la empresa privada, desarrollen estrategias de alto alcance que brinden la oportunidad de generar cambios sostenibles en el sistema sanitario.
Es sumamente importante atender la necesidad de la población de acceder a una atención de salud de calidad, mucho más en el contexto por el que atravesamos, en el que la pandemia del COVID-19 ha despertado el interés en peruanos y peruanas por mantenerse en condiciones saludables tanto física como emocionalmente.
Sin duda alguna la pandemia por el coronavirus nos ha retado de diferentes maneras, pero también se muestra como una oportunidad para aportar de manera significativa a la atención de pacientes y generar los cambios que el país necesita.