(Foto: iStock)
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Por: Marvio Portela, Vicepresidente de SAS para Latinoamérica y el Caribe

Los invito, lectores, a cerrar los ojos y hacer un viaje desde algún país latinoamericano a Estados Unidos, donde muchos podemos pensar que la tecnología es mucho más avanzada. Imaginemos que tenemos la posibilidad de entrar en simultáneo a un centro comercial en ambos lugares. ¿Qué tendremos como resultado? tiendas con el mismo nombre y diseño, restaurantes con sabores similares, entre otros.

La gran pregunta es ¿cuándo y en qué momento se logró esto? La globalización, la tecnología y esa necesidad intrínseca de estar conectados son, sin duda, los responsables de haber podido reducir esas grandes brechas que quizá hace 50 o 60 años eran mucho más notorias. Eso sí, los países de esta parte del continente necesitamos sumarle dos palabras más a esta fórmula para seguir reduciendo estas distancias: innovación y creatividad.

Así, no es una sorpresa decir que hoy vivimos en la era de las Start Up, modelo que toma muy en cuenta la tecnología y que está basado justamente en el desarrollo de propuestas innovadoras y disruptivas con costos iniciales muy bajos, que pueden ir creciendo conforme va desarrollándose el negocio.

Al igual que este fenómeno, industrias que podemos pensar son un poco más tradicionales, como la Banca, han demostrado estar muy avanzadas en América Latina, incluso en algunos casos con tiempos de transacción u operación más cortos que países considerados del primer mundo. Para que ello sea posible ha contribuido mucho el esfuerzo de este sector en temas de transformación digital.

Otro gran elemento que ayuda a reducir esta brecha es la competencia que existe entre las empresas de un sector determinado, por ejemplo, telecomunicaciones. En el caso peruano, donde 4 grandes operadores se disputan hoy la preferencia del cliente final, deben poner todos los recursos disponibles para atraer más consumidores, lo que se traduce en uso de la tecnología y nuevamente innovación y creatividad al servicio del usuario. Es cierto, podemos tener un celular con doble chip, pero usaremos en mayor medida el del operador que termine brindándome mayores beneficios.

Perú es así un país que, en lo particular, veo con un potencial más que interesante, pues tiene un espacio enorme de crecimiento en industrias como el retail o la manufactura. Eso lo coloca ante una situación muy interesante, pues estamos frente a una evolución digital impresionante donde triunfará quien tenga mayor capacidad de transformar datos en información.

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