Actualmente el sector público es la principal fuente de medicamentos para la población (más que las diversas instituciones del sector privado como clínicas, boticas y farmacias) y se observa una baja ejecución presupuestal por parte del gobierno, lo cual origina un desabastecimiento y por consiguiente un mayor gasto de la población en la compra de medicinas en instituciones privadas.  (Foto: ISTOCK)
Actualmente el sector público es la principal fuente de medicamentos para la población (más que las diversas instituciones del sector privado como clínicas, boticas y farmacias) y se observa una baja ejecución presupuestal por parte del gobierno, lo cual origina un desabastecimiento y por consiguiente un mayor gasto de la población en la compra de medicinas en instituciones privadas. (Foto: ISTOCK)

Juan Arriola Colmenares

Vicepresidente de ADEX

En las últimas semanas se ha hablado mucho sobre temas de salud, en especial de los medicamentos. Lo que hoy en día observamos es el resultado del abandono histórico del sistema de salud. Las fuerzas de mercado, las tendencias regulatorias y la ausencia de una política del Estado en Salud resultaron en un sistema fragmentado que todos consideramos ineficiente y con graves distorsiones.

Nuestro país debe enfrentar esta situación utilizando mejor los recursos, que, si bien son menores que en otras naciones de la región, pueden brindar mayor acceso a salud y medicamentos.

Actuar rápido es una necesidad que se acentúa ante la pérdida de lo que se conoce como el Bono Demográfico -la población activa e inactiva en edad de trabajar supera en cantidad a las personas económicamente dependientes (niños y adultos mayores)- el cual, según distintos estudios, cambiaría en el 2030 cuando el número de personas dependientes sea igual o mayor al número de personas en edad de trabajar.

A nivel de salud el impacto puede ser notable ya que a este fenómeno se suma el cambio del llamado ‘perfil epidemiológico’ de nuestro país (incidencia del tipo de enfermedades) y la escasa preparación en lo que respecta a la atención primaria en salud.

Todo ello establece las condiciones para que el ciudadano de a pie se vea obligado a incrementar su gasto en salud, afectando su bienestar y devolviendo a muchos de nuestros compatriotas al nivel de pobreza.

Actualmente el sector público es la principal fuente de medicamentos para la población (más que las diversas instituciones del sector privado como clínicas, boticas y farmacias) y se observa una baja ejecución presupuestal por parte del gobierno, lo cual origina un desabastecimiento y por consiguiente un mayor gasto de la población en la compra de medicinas en instituciones privadas.

Este gobierno ha logrado avances importantes al utilizar el mecanismo de Compra Corporativa mediante Subasta Inversa Electrónica y creemos que esa es la vía a seguir. Si se hace un análisis de los 10 principales productos que el Estado compra en valores y comparamos con otros países de la región (Ecuador, Chile, Colombia y México), encontramos que Perú tiene los precios más baratos en seis de ellos y en dos de ellos es el segundo más competitivo. Si ampliamos a 20 los productos, sigue teniendo los precios más bajos en 12 de ellos.

En conclusión, la compra corporativa de medicamentos mediante subasta electrónica es un mecanismo eficiente y transparente por lo que debe ser reforzada y es ahí donde se debe profundizar al momento de buscar soluciones en lo que corresponde al abastecimiento en el sector público.

La traba es en la firma de contratos con 209 entidades públicas ya que cada una decide si gira o no las órdenes de compra: el resultado es que no hay un abastecimiento oportuno. La solución es una decisión ejecutiva para cumplir lo establecido en las bases de la compra corporativa, entregando todas las órdenes de compra al inicio del contrato. De esa forma se reducirá el desabastecimiento de medicamentos en el Estado.

Otro gran reto para nuestro país es encontrar el ‘equilibrio regulatorio’. Es decir un modelo regulatorio adecuado para nuestra realidad, considerando la normativa legal, presupuesto en salud, necesidades de la población y evitar generar más distorsiones de las ya existentes.

¿Qué hacer entonces? Este gobierno tiene la oportunidad de generar un espacio al más alto nivel en el que el sector público, privado, sociedad civil y académico puedan discutir y sentar los lineamientos de un nuevo diseño del sistema de salud.

En tal sentido, solicitamos la creación oficial de una ‘Mesa Ejecutiva para Productos Farmacéuticos’ y así empezar a resolver los problemas. Existen muchos retos por lo que las soluciones vistas solamente desde una arista resultarán en inaplicables o ineficientes y, peor aún, pueden resultar contraproducentes.

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