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Carlos Casas TragodaraDirector del Centro de Estudios para la Minería y Sostenibilidad – Universidad del Pacífico

El canon es visto como la causa de muchos de los males que aquejan a la descentralización. Todo el debate se centra en esta transferencia derivada de la explotación de recursos naturales. Es cierto que ha generado distorsiones, pero debemos dar una mirada más amplia a las finanzas subnacionales dado que el objetivo básico es que los gobiernos regionales y locales tengan los recursos necesarios para brindar los servicios y bienes que la población requiere.

Con este objetivo se ha desarrollado Agenda 2014, que es un esfuerzo conjunto de investigadores del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico como propuestas para mejorar la descentralización. Dentro de estas propuestas se ha analizado el tema financiero.

Un primer elemento que destaca al observar el efecto del canon sobre las finanzas locales básicamente es que tiende a distorsionar el equilibrio horizontal. Esto implica que tenemos algunos distritos que reciben muchos recursos y otros no. Esto genera disparidades en la capacidad fiscal de las municipalidades que debe resolverse por el nivel central a través de mecanismos de compensación.

Un segundo aspecto está relacionado a la transitoriedad y volatilidad de esta fuente de recursos para las municipalidades que reciben esta fuente. Es claro que los precios de los metales no estarán altos para siempre, por lo que se debe estar preparado para reducciones futuras. Esto lleva a que tengamos una volatilidad muy fuerte en las finanzas de las municipalidades. De hecho, el nivel de volatilidad es mayor en aquellas que reciben canon que en aquellas que no lo tienen. Esto es un indicador de que pueden surgir conflictos en aquellas zonas donde se presenta mayor volatilidad debido a que se ha asumido el canon como un derecho adquirido y no se ha transmitido correctamente el mensaje de que son ingresos transitorios. Los diferentes gobiernos no han hecho nada al respecto y más bien transmitían que estaban profundizando el proceso de descentralización al transferir más recursos como si fuera decisión propia cuando no hacían más que cumplir la ley. Estos problemas, aparte de los políticos y de corrupción que hemos apreciado hace poco eran la oportunidad de introducir cambios que disminuyan estos efectos negativos. Sin embargo, la mirada debe ir más allá del canon. En primer lugar debe tratarse a todas las transferencias con una mirada conjunta. Esto implica que las otras transferencias –como el Foncomun- deben jugar un rol compensador corrigiendo las distorsiones que genera el canon. Los criterios de asignación de esta última transferencia deben buscar disminuir las disparidades en las capacidades fiscales en vez de mantenerlas como lo hace actualmente. Deben existir mecanismos de igualación automáticos que eviten excesivas inequidades.

Otro elemento importante es el referido al establecimiento de fondos de estabilización subnacionales. Esto implica destinar parte de los recursos del canon –cuando crezcan por encima de un umbral- a un fondo a nombre de la municipalidad o gobierno regional que podrá ser usado cuando se produzcan caídas significativas en esta fuente de recursos. Con ello se buscaría reducir la volatilidad y se daría mayor predictibilidad a las finanzas subnacionales.

Dada la disparidad generada podría pensarse en destinar un porcentaje del canon para que sea destinado a zonas muy pobres que no tienen recursos del canon. Este fondo de solidaridad que podría crearse podría recibir recursos del Gobierno nacional también de manera que se vea que es un esfuerzo compartido y se reduzcan las reticencias que podrían surgir a este tipo de cambio.

Ya se ha anunciado que se busca modificar la fórmula de reparto del canon al interior de los departamentos. En este caso debería reducirse el peso que tiene el distrito productor y asignar esos recursos a los otros distritos ubicados en la provincia productora y aquellas más cercanas. Esto buscaría reducir la conflictividad al interior de los departamentos. Estas propuestas pueden contribuir a darle mayor racionalidad al canon y permitir afianzar el proceso de descentralización que viene siendo criticado.