Revalorizar la carrera docente: Trascendiendo el mito del maestro sufrido

Fr. Elías Neira Arellano OSA, Presidente del Comité Estratégico de Educación de IPAE

En el imaginario colectivo nacional nos encontramos con un maestro sufrido que despierta compasión más que adhesión, un docente con un gran corazón que compensa su poca cultura y capacitación; un héroe poco valorado que sale adelante a pesar de todas las adversidades, el más querido de los profesionales y el peor pagado, un personaje entrañable que nos evoca nuestra infancia pasada mas no el futuro. Un docente así, cuenta con muy poco empoderamiento social ante un padre de familia que cree tener mayor autoridad porque vió un video sobre educación en YouTube. ¿Cuánto afecta esta visión en la revalorización de la carrera docente? ¿Cómo modificar este prejuicio tan arraigado?

Actualmente, el promedio de edad del magisterio peruano es de 51 años. Esto significa que, paulatinamente, en los próximos 15 años se jubilará el 50% de los docentes. Esta situación es una amenaza que podría convertirse en una oportunidad para transformar la educación del país si actuamos ¡ya!

Para aprovechar esta situación como una oportunidad tenemos que transformar la carrera docente, brindándole a los futuros maestros competencias distintas. El maestro del siglo XXI debe tener 3 roles: ser un gestor de los aprendizajes, un coach que desarrolle las habilidades socioemocionales y un líder co-creador de la comunidad de aprendizaje.

El maestro debe ser un gestor de los aprendizajes en vez de ser una enciclopedia que transmite información compitiendo con wikipedia. Una especie de DJ que seleccione elementos culturales y los combine armónicamente creando una playlist con creatividad y permita que los estudiantes sean los protagonistas del baile, descubriendo el ritmo y construyendo su propia coreografía. En segundo lugar, debe ser un coach que desarrolle habilidades socioemocionales de los estudiantes como: asimilar la frustración, ser constante, resiliente, autoregular sus emociones, manejar el estrés, etc. Y, en tercer lugar, un líder que se sienta corresponsable de transformar la escuela en una comunidad de aprendizaje comprometiéndose con la visión compartida, colaborando con el aprendizaje de todo el equipo y generando una cultura escolar coherente con los valores institucionales.

Para revalorizar la carrera docente se requiere avanzar en tres aspectos: la profesionalización de la carrera, en la cual ha habido avances significativos con la carrera público magisterial; una remuneración digna la cual nunca será suficiente si bien vamos mejorando; y atraer talento a la educación.

Este último aspecto es el que más nos falta avanzar por lo que merece la pena destacar iniciativas como la impulsada por IPAE y el BCP. Se trata del premio Maestro Excelencia (www.maestroexcelencia.pe), que cuenta con el respaldo del MINEDU y Varkey Foundation que promueve el Global Teacher Prize, más conocido como el Nobel de Educación porque entrega un millón de dólares al ganador anualmente. Este premio es estratégico pues nos permite promover una imagen renovada del maestro peruano del siglo XXI, ya no como una víctima del sistema ni el causante de todos los males de la realidad nacional, sino en este triple rol que hemos mencionado y como una carrera atractiva para los jóvenes.

Todos hemos conocido algún maestro que nos ha cambiado la vida, que nos ha inspirado para convertirnos en quien somos hoy día, un profesor que se detuvo en su quehacer diario para salir a nuestro encuentro y acompañar nuestros descubrimientos con curiosidad y pasión. Ayúdanos a encontrarlos y ponerlos como modelos para las generaciones futuras de docentes peruanos.