(Foto: GEC)
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Por Julio Pardavé, presidente de la Asociación PYME Perú

Uno de los sectores más afectados por la crisis económica desencadenada por la COVID-19 es el de la micro y pequeña empresa. Como es sabido, este sector representa el 99.4% de todo el ecosistema empresarial peruano y brinda fuentes de empleo a casi nueve millones de personas a nivel nacional.

Si bien, el Poder Ejecutivo publicó el Decreto Supremo N° 080-2020-PCM donde se autorizan las actividades para reactivar la economía, es importante no dejar de lado la mirada hacia la micro y pequeña empresa durante el desarrollo de la misma.

En nuestro país, el sector MYPE está compuesto en su mayoría por empresas de los sectores Servicios, Comercio y Manufactura, los cuales representan el 40%, 39% y 11% respectivamente. Dada las características de dichos sectores, se necesita contar con instrumentos especiales que le permita a la MYPE poder salir de la crisis que enfrentamos.

Por ello, para lograr desarrollar instrumentos eficientes, es importante reconocer que las micro y pequeñas empresas son altamente vulnerables a shocks economicos internos, ya que la mayor parte de lo que producen se deriva al comercio nacional. Del total de MYPES registradas, son muy pocas las que exportan sus productos al mercado internacional. De ahí, la importancia no solo de reactivar la oferta productiva, sino también la demanda.

En este punto, en la Asociación PYME Perú venimos impulsando desde hace meses una iniciativa que hoy cobra total vigencia: generar mecanismos directos para que un porcentaje de las compras públicas se dirijan al sector de la micro y pequeña empresa.

Para lograrlo será necesario pasar de las tradicionales compras públicas que conocemos, a un mecanismo innovador de compras públicas efectivas, transparentes, con indicadores de gestión y sobre todo directas, que apunten a reactivar a la MYPE peruana en todo el país. Esta iniciativa requiere no solamente de un componente técnico, sino también de una decisión política de alto nivel, dirigido por el Presidente de la República y con la participación activa de los ministros, gobernadores regionales y alcaldes.

Asimismo, es importante también que se le permita al sector, retomar sus actividades comerciales siguiendo los cuidados sanitarios necesarios para no contribuir al contagio de la COVID-19 en nuestro país y proteger a nuestros trabajadores y familiares.

Las micro y pequeñas empresas necesitamos de planes económicos que reconozcan nuestras características y nos abra un abanico de posibilidades para nuestra reactivación. Pretender poner en marcha acciones, sin tomar en cuenta las particularidades del sector, contribuirá no solo a la muerte de dichas micro y pequeñas empresas, sino también al desempleo de millones de peruanos.

Será importante que el Poder Ejecutivo desarrolle un enfoque que le permita conocer el microcosmos del sector MYPE, la actividad formal-informal, las micro empresas de subsistencias, las pequeñas empresas formales, etc. que posibilite plantear iniciativas dirigidas y sobre todo efectivas.

En este sentido cuenten con la participación de los gremios MYPES representativos de todo el Perú. Caso contrario, la COVID-19 y sus estragos generarán efectos en el sector que frenarán los avances en la formalización de este tan importante sector.



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