Elecciones 2020  (Foto: GEC)
Elecciones 2020 (Foto: GEC)

Por Javier Dávila

Los resultados del proceso complementario de elecciones al Congreso ha generado sorpresas que impulsan una configuración nueva y extraña en las bancadas que se conformarán en el congreso

En la actualidad según las cifras correspondientes al conteo rápido realizado por IPSOS se generan 4 grupos, que no necesariamente comparten la misma agenda.

1) FUNDAMENTALISTAS, conformados por FREPAP y Unión por el Perú que en conjunto tienen 33 congresistas. Estas agrupaciones pueden constituirse en un freno para reformas económicas y más bien podrían generar algunos retrocesos en materia laboral (incremento de la rigidez laboral) y tributarios (impuestos a la riqueza). Lo que evidencia que podrían adoptar posturas radicales en algún sentido de acuerdo a sus principios.

2) IZQUIERDA, representados por el Frente Amplio y por Juntos por el Perú, con 17 representantes. Este grupo apuesta por reformas para que el Estado tenga una mayor presencia en las actividades económicas y productivas.

3) Centro democrático, representados por Acción Popular, APP, Morado, Podemos y Somos Perú llegando a tener 68 representantes y que no necesariamente tendrán una agenda común pero se presentan como un espacio de diálogo y concertación con el gobierno. El nivel de diálogo y desarrollo de propuestas estará en función de las negociaciones de las prioridades que cada una de estas agrupaciones tenga. Un punto en contra de estas agrupaciones es que potencialmente pueden tener congresistas con denuncias que debilitarían su posición en el Congreso.

4) Conservador, representado por Fuerza Popular con 12 representantes, se erige como la oposición al gobierno.

Los resultados muestran que los electores han marcado distancia con los partidos tradicionales y de enfrentamiento al gobierno. Asimismo, una sensibilidad al tema de corrupción trasladando sus votos al FREPAP por considerarla, por su sentido religioso, exenta de corrupción.

Tanto Podemos como Unión por el Perú han capitalizado el malestar ciudadano en temas sensibles para la población como la migración que afecta el empleo a los peruanos, la seguridad y penas máxima para los violadores.

A su vez se consolida una presencia del radicalismo de izquierda en la zona sur del país lo que obligará a replantear estrategias de cara al 2021.

Adicionalmente, se observa que salvo Acción Popular que tendría representantes de Lima y Regiones. El resto de partidos tienen repartidos sus bolsones electorales en algunas regiones o en Lima. Ellos es importante analizar para las elecciones presidenciales del 2021.

Lo de Unión por el Perú puede ser preocupante debido a su radicalidad al sistema que va más allá de un movimiento de izquierda, busca ganar votos izando las banderas de un nacionalismo absoluto de defensa de los que menos tienen, criticando al Estado en su conjunto. No creo que debemos categorizarlo como izquierda únicamente, yo lo situaría en los movimientos nacionalistas radicales donde la postura de derecha o izquierda pasan a ser irrelevantes.

Si es que el gobierno no comienza a adoptar medidas para impulsar el crecimiento y generar empleo y a su vez las fuerzas de centro no avanzan en las reformas pendientes en materia de justicia y electoral principalmente, se estimulará la presencia de radicales de izquierda en el 2021.

Es necesario adoptar medidas de mejora del modelo económico que impulse la inversión pero a su vez logre una mejor distribución de la riqueza.

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