Por Orlando Ardito
Gerente General de EPEI Perú
Nada debe detener nuestra energía. En esta emergencia por el covid-19 es responsabilidad del Estado garantizar que la energía en nuestros hogares, en los hospitales y de industrias fundamentales nunca se detenga. Es por ello vital la participación activa del 100% de los componentes que forman parte de la cadena de valor que gira alrededor de este sector, como son los fabricantes e importadores, que permiten acceder a los productos y servicios, sin los cuales no podría llegar la energía donde más lo necesitamos.
La iluminación de la ciudad, los motores y transformadores de la industria, los cables y los equipos de protección, entre otros, sumado a los servicios de ingenieros, arquitectos, técnicos especialistas forman parte de esta cadena que hace posible que las cosas funcionen.
Al inicio de la cuarentena, el consumo de energía eléctrica se redujo en 34.5%. Durante todo este tiempo, más del 60% de empresas del sector formal no están permitidas de operar, lo cual ha afectado a 1.7 millones de trabajadores formales con grandes pérdidas para el país. Por ejemplo, solo el mercado de iluminación en el Perú es de USD 100 millones de dólares, se estima que las pérdidas oscilan entre 20 y 30 por ciento. La industria formal de productos eléctricos representa al menos 400 empleos directos y 1200 indirectos por cada empresa!, fuerza laboral que podría impactar significativamente en la reactivación económica de nuestro país.
Necesitamos formar parte de la reactivación! Si no contamos con productos eléctricos formales que ayuden a recibir y dirigir oportuna y eficazmente la energía que se genera, no habrá electricidad para las industrias liberadas en la primera etapa de reactivación, como son la minería, telecomunicaciones, salud, energía, entre otros.
Esta pandemia ha revelado que la informalidad mata, lo vemos en mercados informales, en el transporte irresponsable, y el sector electricidad no está ajeno a ello pues vivimos con la "pandemia de los productos falsos". Queremos que en la "nueva normalidad" se respete también la formalidad, esa que paga impuesto y genera seguridad.
Estamos preparados y con los protocolos listos dada la vasta experiencia del sector. La energía, en tiempos modernos, resulta esencial, no olvidemos qué y quiénes lo hacen posible para que nunca se detenga.