Pablo Montalbetti
Decano de la Facultad de Administración y Negocios de la UTP
Estuve presente en CADE Ejecutivo, esta vez denominado “Un nuevo comienzo. Hagámoslo Diferente”. “¿Por dónde empezamos?” es quizás la frase que más escuchamos, terminado el CADE. Qué interesantes propuestas, creativas, innovadoras, pero qué difícil su implementación. Pues bien, en este artículo, quisiera presentar algunas ideas relevantes que se presentaron, así como algunos comentarios, sugerencias e interpretaciones propias.
La primera de las ideas fue la necesidad de un acuerdo nacional, real, transparente, con unidad y solidaridad. Ok, pero ¿por dónde empezamos? ¿Cómo lo “deletreamos”? Se propone definiendo objetivos nacionales únicos, con métricas, no sólo económicas, para el mediano y largo plazo.
La segunda, hacer una convocatoria a la juventud para que participe más en política y en el sector público.
Tercera, la continuidad en la política de salud. Se necesita veracidad en la información brindada, credibilidad, constancia de los hechos. “La vacuna es la mejor estrategia para el Covid”, fue una buena frase.
Cuarta, la digitalización es hoy tan importante como caminar y debe aplicarse a todos los sectores.
Quinta, mantener disciplina económica del BCR para atender necesidades reales.
Sexta, el empresariado debe preocuparse por sus “stakeholders”, principalmente, proveedores y clientes. Debemos apoyar la cadena integral logística del negocio; desde proveedores a clientes y entender sus necesidades.
Séptima, es necesario lograr empresas sostenibles. Esta sostenibilidad no debe verse como un proyecto sino como una acción continua de mejora.
Octava, es muy importante que los accionistas coincidan en el core estratégico del negocio. Se requiere claridad en la definición del direccionamiento del negocio. Hacerse preguntas ambiciosas y proponer acciones concretas. Se debe ir de los cuestionamientos a la implementación, con racionalidad, buen análisis, pero también con agilidad y flexibilidad para ajustar medidas en el camino.
Finalmente, una buena frase: “La ética es el mejor sistema inmunológico de las empresas”. Toda empresa debe tener un código de ética, tanto como una visión, misión y valores. Como se mencionó, se debe tener una ética analizada, racional y no intuitiva. El directorio tiene una gran responsabilidad al respecto.
En resumen, como lo mencionó la presidenta de CADE, necesitamos empresarios que redefinan el éxito empresarial. Esta redefinición debe estar centrada en integridad, tolerancia, empatía y transparencia por parte de los accionistas y que irradie en toda la organización. Asimismo, es importante destacar los esfuerzos de IPAE por convocar al empresariado peruano y plantear propuestas para un Perú diferente.