Por Michael Patzl,
Gerente de Relaciones Institucionales de TASA
Ese es el dilema que se pretende instaurar en muchos países para reducir la actividad pesquera, aduciendo argumentos ambientalistas.
Francois Gerlotto, reconocido científico del Instituto de Investigación para el Desarrollo de Francia sostiene, en cambio, que si se dejaran de pescar las 80 millones de TM anuales que se pescan actualmente en los océanos del mundo, la única manera de reemplazar la demanda de esa proteína animal sería produciéndola en tierra, generando una huella de carbono mucho mayor. La producción de alimentos en general contribuye a las emisiones del cambio climático, pero en el caso de la agricultura y la producción de carne y lácteos el impacto sobre el planeta es muy superior.
El Informe SOFIA 2020 de la FAO también es contundente en tal sentido: El pescado y los productos pesqueros son reconocidos no solo como algunos de los alimentos más saludables del planeta, sino también como algunos de los menos impactantes para el medio ambiente natural.
En la misma línea, Ray Hilborn, biólogo marino profesor de la Universidad de Washington (EE.UU), estima que recortar en un millón de TM la pesca de anchoveta peruana implicaría sembrar 5,000 km de cultivos de soya en la selva brasileña. ¿Por qué? Porque la harina y aceite de anchoveta que producimos en el Perú es un ingrediente fundamental en la dieta de las especies en la acuicultura mundial. Por cada kilo de anchoveta destinado a la acuicultura se pueden llegar producir entre 3 y 4.5 k de peces de cultivo para consumo humano directo. Hilborn demuestra que incrementar el cultivo de soya para sustituir la producción de harina y aceite que se obtiene de un millón de TM de anchoveta peruana implicaría sacrificar 21,000 millones de TM en vegetación, un millón de papagayos, jaguares y miles de especies en la amazonia brasileña.
La respuesta entonces es: Sí, hay que seguir pescando, pero de manera ordenada y sostenible. El sistema de cuotas de pesca por embarcación bajo el cual opera la industria pesquera peruana de anchoveta desde 2009 es un ejemplo a nivel mundial y demuestra que eso es posible.