Por Victor Jauregui
CEO Optical Networks
Estoy seguro que alguna vez se han preguntado por qué el internet que usamos es tan lento. Y más, por estos meses donde hemos echado mano del teletrabajo y la teleducación para afrontar la coyuntura. El vuelco de la población a la red ha desnudado la calamitosa conectividad que afrontamos desde hace muchos años en el país; y es que la infraestructura con la que se cuenta no ha sido capaz de resistir la gran demanda que dejó la pandemia del Covid-19.
Según las cifras del Organismo Peruano de Consumidores y Usuarios (OPECU) en el Perú la velocidad de la banda ancha fija de descarga es de apenas 27.87 Megabits (Mbps), velocidad baja si nos comparamos con países como Chile, donde alcanzan 108.17 Mbps o España, donde la velocidad de Internet ‘vuela’ con 142.22 Mbps, es decir 5.1 más de lo que tiene el Perú.
Pero el ser hoy en día uno de los países con la velocidad de conectividad más baja en Latino América, no es solo descuido de ahora. Las contradicciones gubernamentales, los entrampamientos en permisos para instalación de infraestructuras, entre otras, vienen de muchos años atrás. Claro, nadie imaginaba que tendríamos que afrontar una pandemia y emergencia mundial, lo cual nos obligaría a trabajar y estudiar desde casa. Sin embargo, a estas alturas, con más de 30 millones de peruanos, el país debería contar con una mejor condición de conexión.
Los últimos meses han demostrado que el Internet que usa la gran mayoría de peruanos no llegaría a ser la solución, ni la herramienta que corte la brecha de conectividad en las zonas más alejadas del país. En la actualidad, en el Perú cerca de 5 millones de peruanos no gozan de este servicio; y si bien existen diversos proyectos para que esta situación cambie, tal parece que, si no se aceleran, continuaremos en el mismo colapso.
En medio de esto, surge como una alternativa la conectividad a través de la fibra óptica, una tecnología más eficiente, la cual se basa en la transmisión de luz a través de un cable, ofreciendo beneficios innumerables que van desde la velocidad hasta una máxima seguridad de información.
La transmisión de datos por fibra óptica es mucho más rápida. Tiene la capacidad de ser simétrica, es decir, la velocidad de descarga es la misma que la velocidad de carga; a diferencia de la conectividad por cobre o HFC, que ofrecen experiencias inferiores de conectividad. Sin lugar a dudas, la fibra óptica es la puerta de entrada a la transformación digital, funcionando como catalizadora clave para la implementación de nuevas tecnologías.
Sea el método que se use para estar conectados, éste debe estar acorde con las necesidades que requiere el país para seguir adelante pese a situaciones externas que salen de nuestro control, como un evento natural o una pandemia, como la que hoy vivimos. Los proyectos de infraestructura y conectividad no deben seguir estancados, al contrario, deben ser liberados de burocracias para permitir que la conectividad alcance a más peruanos.