Los responsables de marketing vivimos hoy una epidemia de ansiedad por la innovación. Se siente la complejidad de los desafíos y las soluciones que se ofrecen. Pero, por desgracia, una respuesta típica es centrarse en la tecnología para ser innovadores, a pesar de que para tener éxito debemos saber cuándo y cómo utilizar estas herramientas y emplearlas de la manera correcta. Surge entonces la pregunta: ¿Qué priorizamos? ¿Ser una compañía innovadora o tener el equipo de marketing más robusto del mercado?

La respuesta correcta es: Ninguna. Debemos pensar en el marketing y la innovación como un engranaje articulado para lograr el éxito empresarial. Lo ideal es inocular cultura de innovación en la empresa y como resultado de esto llegar naturalmente a la estrategia de marketing.

Este enfoque integrado permite que muchas de las tecnologías disruptivas, como Airbnb, Uber o Nike+ (aplicación móvil que funciona como un motivador entrenador personal), sean exitosas. Estos productos no fueron desarrollados por un solo empleado haciendo brainstorming en un cubículo. Fue resultado de un esfuerzo colaborativo entre áreas.

Pensemos en Google. La mayoría conocemos su audaz e inusual enfoque por la innovación. Comienza reconociendo que las ideas innovadoras vienen de cualquier lugar. Busca innovaciones que resuelven grandes desafíos, como los vehículos autónomos. Se mueven hacia objetivos innovando continuamente, en lugar de luchar por la perfección instantánea. Por cierto, Google utiliza también la última tecnología para apoyar sus esfuerzos de innovación con foco en el mercado.

El secreto es que hay una fuerte conexión entre innovación y marketing. ¿Qué hacer para dar a mis clientes mayor ventaja o beneficio y acercarlos a lo que desean? El equipo de marketing está en primera línea. Su rol es conocer lo que funciona, lo que no funciona y lo que se necesitará, mientras el equipo de innovación propone y desarrolla nuevas ideas y soluciones.

Las empresas tenemos diferentes desafíos. La estructura y resultados esperados de la innovación parecen diferentes, pero siempre hay que poner primero a las personas y las ideas. La tecnología debe apalancar el esfuerzo -no conducirlo.

Preguntémonos primero ¿Qué pasa si? Conocer las necesidades de nuestros consumidores y sus dolores es clave. Preguntémonos también ¿Y si?… ¿Y si proporcionamos este tipo de servicio mejoraría su vida? Necesitamos datos e información --pero también las personas que hagan las preguntas correctas. Luego alineamos la tecnología. Su comprensión es crítica. Si no sabemos lo posible, entonces tampoco sabremos lo que podemos crear.

Algo fundamental es el trabajo en equipo. La innovación ocurre cuando personas e ideas se unen. Coloquémonos siempre en el lugar de nuestros clientes. Equipo de marketing e innovación juntos. Esto despertará las mejores ideas.

Vivimos un momento de mucho optimismo para el marketing y la innovación. Tenemos excelentes herramientas y cada vez más datos para conocer a profundidad a nuestros clientes. Solo debemos activar esta comprensión y crear las condiciones que nos permitan obtener los beneficios que aportan las nuevas tecnologías de la innovación.

Por Tommy Muhvic-PintarGerente de Marketing de Exsa