Director de Manbo
Hace un tiempo escuché a Aaron Sorkin, director de The Social Network, decir que para que una historia fuera buena, eran indispensables dos cosas: que la historia iniciara con un claro objetivo para el personaje y que terminara con él en contraposición con ese objetivo inicial.
Nuestros primeros 10 años emprendiendo, que se cumplen hoy, han sido así.
Mis socios y yo, apenas iniciando los veintes, comenzamos lo que hoy es Mambo en el 2011. Nuestro objetivo era uno solo: ser exitosos. Una mezcla entre nuestras historias familiares y el entrenamiento de la universidad generó una ambición muy grande por demostrar que podíamos ser grandes empresarios. Esa energía gobernó gran parte de nuestros primeros años de emprendimiento, con la frustración y la ausencia de bienestar que esto conllevaba.
Y mientras la sala de máquinas operaba a doble turno, en el corazón de nuestra empresa se comenzó a configurar algo diferente. Mamberos y mamberas comenzaron a encontrar una filosofía común, un estilo rebelde y activista, causas por las cuales luchar y el placer de ser parte de una comunidad de verdad. Así se fundó nuestra querida cooltura mambera. Y mientras pivoteamos distintos modelos de negocio durante 10 años, la cultura mambera de empatía se siguió fortaleciendo.
Una vez desatada, la cooltura no paró de transformar todo lo que tocó: donde encontró ambición sembró propósito, donde vio sed de reconocimiento creó hambre de cambio y donde encontró soberbia nos enseñó a no tomarnos tan en serio. Más importante aún, la cooltura transformó nuestro objetivo como empresarios y nos inoculó la responsabilidad de transformar nuestro entorno.
Como en las buenas historias, terminamos encontrando algo distinto a lo que buscábamos. Si bien nuestra empresa terminó prosperando, el desbordante éxito financiero que soñábamos para esta aventura fue reemplazado por algo más valioso. Gracias a los mamberos y mamberas y a la cooltura que fundaron, hoy somos felices y sanos siendo parte de una comunidad que amamos y que nos da la oportunidad de tener impacto positivo sobre un planeta que pareciera pedir emprendimientos y comunidades con propósito y corazón.