¿Qué liderazgo y autoridad tiene la Premier sobre su propio gabinete, si las ministras y vice ministros hacen las cosas sin que se lo comuniquen o ella se entere? Foto: Jesus Saucedo / @photo.gec
¿Qué liderazgo y autoridad tiene la Premier sobre su propio gabinete, si las ministras y vice ministros hacen las cosas sin que se lo comuniquen o ella se entere? Foto: Jesus Saucedo / @photo.gec

Periodista

Desde que en el programa “Beto a Saber” se destapara la vacunación clandestina y desleal de Martín Vizcarra y su familia, la atención se ha centrado en conocer quiénes fueron los beneficiados, y si hay otras listas adicionales a la ya difundida. Según el que dirige la investigación oficial desde el Minsa, sí las hay.

Pero si ampliamos un poco la mirada, nos daremos cuenta de que no se les ha puesto atención a otras aristas.

Conocidos los hechos, el presidente salió a los medios a señalar que este era un problema del Gobierno anterior, y que era herencia del Gobierno de Vizcarra. “Todo esto se hizo antes…”, dijo. Pero ese intento de deslinde fracasó.

Se conoció que la exministra de Relaciones Exteriores nombrada por el actual presidente a propuesta de la premier, y la exministra de Salud –designada por el mismo presidente y la primera ministra para firmar los contratos de adquisición de las vacunas-, así como varios viceministros y funcionarios de este Gobierno también se habían vacunado.

Hecha la revelación de Beto Ortiz y Carlos Paredes sobre la vacunación clandestina de Martín Vizcarra y su esposa, la primera ministra señaló: “Nosotros no tenemos la confirmación. Ahora, de repente habrán sido voluntarios…”. En lugar de hacer un deslinde claro o mantener la neutralidad, generaba la impresión de tratar de justificar o de lanzar un salvavidas público a Vizcarra.

Apenas el 3 de febrero, la premier aseguró, en conferencia de prensa, que el Gobierno no tenía cuestionamientos sobre la entonces ministra de Salud, y que estaba feliz con ella porque estaba haciendo un trabajo excelente.

La pregunta que cae de madura es: ¿qué liderazgo y autoridad tiene la premier sobre su propio Gabinete, si las ministras y viceministros hacen las cosas sin que se lo comuniquen o ella se entere?, ¿hay más cosas que han hecho sus ministros y ella todavía no lo sabe?, ¿no debería la premier asumir la responsabilidad política por todos estos hechos?

Si vamos más atrás, Cluber Aliaga, exministro del Interior, fue propuesto al Gabinete por la premier sin que ella supiera realmente qué iba a decir y hacer el flamante ministro sobre la “reforma policial”, lo que terminó en un grave problema para el Gobierno.

Y si miramos lo que pasó hace dos días, el nuevo ministro de Salud dijo públicamente y muy entusiasta que los privados deberían poder comprar las vacunas libremente, y que estas deberían aplicarse hasta en las farmacias, lo que seguro le significó un jalón de orejas porque al día siguiente salió a rectificarse. ¿Quién coordina la posición del Gobierno en el Gabinete?

¿Este escándalo es una muestra del mal manejo de los privados? Es notorio que hubo una grave responsabilidad de la Universidad Cayetano Heredia y personas en particular. Pero en realidad es –básicamente–una muestra del pésimo manejo del sector público. Los grandes responsables del control y supervisión de los ensayos eran y son el Instituto Nacional de Salud –del que nadie dice nada-, y la Digemid; y el responsable de la coordinación y control de la gestión de los ministros es la PCM, que –como hemos mostrado líneas arriba– o es confiada hasta la inocencia, o no tiene la autoridad y el liderazgo para conducir a los ministros.