Por Martín Reaño
Socio Principal de Reaño Asesores Financiero
El dato es interesante por lo sorprendente: a la fecha ni una sola empresa se ha acogido al PARC (programa de reestructuración “express” lanzado por el Indecopi). Y sorprende porque las empresas que deberían estar ya reestructurándose, deberían contarse por miles.
¿Qué podría estar pasando? ¿Porqué las empresas no se están acogiendo a este procedimiento veloz? ¿Cómo están sobreviviendo las empresas? Aquí ensayo con ustedes posibles respuestas a estas preguntas.
El Indecopi tiene mala fama. La gran mayoría de empresas que se han acogido a procesos concursales han terminado siendo liquidadas. La última estadística es que el 95% de las empresas que entran a Indecopi terminan cerrando.
Por otro lado, pareciera que las empresas aún no tienen apuro en iniciar sus procesos de reestructuración. Es que tienen liquidez gracias a los fondos del Programa Reactiva Perú y además, están pagando una planilla muy reducida gracias a la Suspensión Perfecta de trabajadores.
En pocos meses (semanas para algunas) las empresas se enfrentarán a lo inevitable: no podrán seguir cumpliendo con sus obligaciones. La Sunat volverá a amenazar con cobranzas coactivas, los bancos dejarán de darles respiros en tramos de tres meses y los proveedores dejarán de despacharles si no se les paga.
¿Tiene esto sentido que las empresas continúen postergando el inicio de la inexorable reestructuración? No. Definitivamente es un error seguir esperando. Aquellas empresas que inicien antes sus procesos de reestructuración podrán aspirar a acuerdos privados y podrán salir adelante sin tener que recurrir a Indecopi.
La reestructuración debe iniciarse cuando todavía le queda oxígeno a la empresa y es posible llegar a acuerdos razonables con los acreedores. Si se deja que la situación financiera de la empresa se deteriore demasiado, ya no habrá vuelta atrás. Terminarán en Indecopi o quebradas.
Este juego del avestruz al que están apostando muchos empresarios es peligrosísimo. La recuperación va a tomar meses y años para algunos sectores. Las empresas van a necesitar el crédito de los bancos y proveedores para continuar operando.
Esperemos que los empresarios reaccionen y vean en la reestructuración empresarial una oportunidad que hay que aprovechar y no esperar a que sea demasiado tarde.