Luis Enrique Vera Castillo
Superintendente Nacional Sunat
La mayor caída en la recaudación tributaria registrada en la historia del país se empezó a producir en marzo del año pasado con el inicio de la pandemia y alcanzó su punto más profundo en junio del 2020, cuando se contrajo en un 47%, como reflejo de la gravedad de la crisis económica generada por esta; sin embargo, en menos de un año, la tendencia ha empezado a cambiar y muestra cifras bastante alentadoras.
Para hacerle frente, el Poder Ejecutivo implementó en el ámbito económico un plan que incluyó medidas tributarias y de gasto público, así como subsidios a favor de familias vulnerables e instrumentos de liquidez y garantías crediticias a favor de todo tipo de empresa.
En el plano tributario, se fijaron medidas orientadas a brindar alivio fiscal, asegurar la cadena de pagos y promover la inversión privada, materializándose en la postergación de obligaciones tributarias y en fraccionamientos, lo que conllevó a una menor recaudación de la prevista para el 2020.
Sin embargo, diversos factores han originado que esta tendencia empiece a cambiar de manera paulatina, permitiendo que la recaudación se incremente de manera sostenida en los últimos meses, impulsada principalmente por la reanudación de las actividades económicas, a pesar de las restricciones vigentes, y también las acciones de la Administración respecto a la facilitación y gestión de riesgos, que contribuyen al cumplimiento voluntario y oportuno de las obligaciones tributarias por parte de los contribuyentes.
Así, las empresas y personas naturales abonaron cerca de S/ 6,800 millones por concepto de regularización del Impuesto a la Renta del ejercicio 2020 logrando la mayor recaudación por este concepto en la historia de la Administración. Asimismo, en abril último, la Sunat recaudó más de S/ 14,820 millones, un incremento de 86% respecto al mismo mes del año anterior. Esto denota que los contribuyentes, además de realizar su actividad comercial, han sabido cumplir con el pago de sus impuestos para que el Estado cuente con los recursos suficientes que le permita atender las necesidades de la población.
Un segundo factor que influyó en el cambio de la tendencia está referido a la explotación de la información contenida en los comprobantes de pago electrónico que ha permitido implementar herramientas modernas de control y gestión de riesgo, como el uso de la ciencia de datos, para detectar los incumplimientos e incidir en su corrección de manera preventiva.
Estas medidas se complementan con acciones de facilitación, que incluyen la digitalización de los servicios al contribuyente y de los procedimientos de comercio exterior, como parte de la transformación digital de la Sunat; y de mejora de la orientación y relacionamiento con el contribuyente y usuario de comercio exterior.
Esta recuperación también es reflejo del impacto positivo de las herramientas de la fiscalidad internacional introducidas en nuestra legislación, tales como el intercambio de información, las reglas sobre precios de transferencia, entre otras, las cuales contribuirán a una recaudación más justa, promoviendo, junto con las medidas ya indicadas, el cambio de comportamiento del administrado hacia el cumplimiento voluntario y oportuno de sus obligaciones tributarias y aduaneras.
Esto último es muy relevante pues se empiezan a notar los resultados de este cambio de estrategia de la Administración que pone al contribuyente y usuario de comercio exterior al centro de sus esfuerzos para brindarles servicios cada vez más simples, que les traen beneficios y mejoran su competitividad.
Todavía queda un largo camino, pero estas primeras señales deben comprometernos a todos, Administración y administrados, a trabajar juntos para poder mejorar las condiciones de nuestro país de cara al futuro.