Estamos en un momento en el que un desastre natural tan severo como el que hemos enfrentado, con su trágica secuela de familias damnificadas, economía y negocios detenidos o desacelerados e infraestructura seriamente dañada, nos deja, sin embargo, una oportunidad no sólo de reconstruir lo destruido sino generar realmente una plataforma de desarrollo para las zonas damnificadas que luego sirva también de modelo para el impulso al desarrollo del país. Este debería ser y esperamos que así sea el sentido real de la denominación del (PIRCC), no sólo cambios vinculados a mejorar lo dañado o destruido sino al enfoque mismo de la reconstrucción.

Este plan sin duda tiene muchos frentes y aristas para analizar, quiero enfocarme en uno en particular que tiene un gran impacto en el desarrollo del país y el modelo que hemos optado de crecimiento y es el frente logístico. Un país sin una logística eficiente no podrá de ninguna manera lograr niveles de crecimiento como los que necesita nuestro país para elevar sus niveles de desarrollo. La competitividad de un país y su desarrollo debe estar sustentado por el flujo dinámico, permanente y fluido de tres componentes: flujo de información, flujo interno y externo de capitales y flujo de bienes; cualquiera de estos flujos que se entorpezcan, sea cual sea la razón, impiden un desarrollo sostenido; el flujo de bienes, es decir productos, insumos, materias primas, energía, etc. es el objeto de esta nota y esta reflexión. Lograr el flujo óptimo de bienes es hoy el gran reto del país, es decir, tenemos un gran reto logístico que enfrentar y de no resolverse, no será posible lograr en el mediano y largo plazo niveles de crecimiento por encima del 4% del PBI.

Ahora bien ¿cómo integramos esta inquietud con el PIRCC?, este es precisamente el reto y la oportunidad. El presupuesto total aprobado por el ejecutivo para la reconstrucción es de casi S/ 26,000 millones de los cuales S/ 20,000 millones están destinados a la reconstrucción y del saldo restante, S/ 5,500 millones para la prevención y S/ 500 millones para fortalecimiento de capacidades.

Estos montos de inversión, en especial aquellos que serán asignados al sector transportes y comunicaciones deben orientarse no sólo a reconstruir lo dañado modificando eventualmente trazos y diseños para reducir riesgos futuros de daños, sino que además deben responder a una visión integral de la logística nacional que permita luego a todos los actores que dinamizan la economía, tanto desde el punto de la demanda interna como los vinculados al comercio exterior, contar con una plataforma logística que soporte el dinamismo de la economía y el crecimiento sostenido. Sin logística no hay desarrollo, el problema es que cuando esto se hace evidente ya es bastante tarde porque cualquier esfuerzo toma tiempo; es por ello que un plan de reconstrucción es la gran oportunidad para construir con un cambio importante de visión que vaya mucho más allá de recuperar la infraestructura perdida o dañada seriamente y tenga como soporte un diseño de la logística nacional requerida para el desarrollo y un modelo extendido a nivel nacional.

¿Que implica un Plan de Reconstrucción con Cambios desde una perspectiva logística? Como ya he mencionado antes un cambio real debiera partir de reconstruir en base a un diseño de la logística nacional requerida para el desarrollo integrando todos los aspectos. Por ejemplo, se puede mencionar el largamente esperado plan para facilitar el desarrollo del cabotaje, esta es una oportunidad para hacerlo bien. Integrando el cabotaje además con la infraestructura de puertos, aeropuertos y vías nacionales, regionales y rurales con una visión optimización del flujo de bienes.

Otro aspecto vital y largamente postergado es la incorporación de tecnología en la infraestructura, la misma que facilite tanto su gestión, visibilidad, mantenimiento y el control; y, que, por otro lado, impulse a los diferentes actores privados a incorporar tecnología en su propia logística. Conjuntamente con todo lo mencionado, la identificación y puesta en marcha de zonas de actividad logística en diferentes puntos a nivel nacional, y en particular en las zonas a ser reconstruidas pueden sumar a los S/ 20,000 millones de inversión pública, montos igualmente importantes de inversión privada vía concesiones, asociaciones público-privadas, o inversión privada directa. Estos son algunos ejemplos de una reconstrucción con cambios desde el punto de vista logístico, podríamos citar varios otros que ponen en evidencia que la reconstrucción con cambios debe tener una visión significativamente diferente a la de sólo reponer infraestructura con mejores diseños o en mejores ubicaciones, debe hacerse un cambio de la visión misma de la reconstrucción incorporando la visión del modelo logístico nacional necesario para el desarrollo.

Como ya ha sido de público conocimiento y bastante comentado, el Perú ha descendido del puesto 67 en el reporte de competitividad global del World Economic Forum 2016/2017 al puesto 72 en el mismo reporte 2017/2018; no es el objetivo analizar este reporte en detalle pero, entre otros factores, la debilidad y pocos avances en una logística nacional adecuada viene teniendo impacto en este descenso. La reconstrucción nos brinda la oportunidad de sentar las bases para corregir esta debilidad y no podemos desaprovecharla.GS1 Perú cumpliendo con su rol de análisis y aplicación del estado del arte y los más recientes avances en las áreas de logística y gestión de la cadena de suministro, incorporará estas reflexiones en su evento anual EXPOGESTION a llevarse a cabo el 19 y 20 de octubre donde destacados especialistas internacionales y ejecutivos de multinacionales permitirán a los asistentes integrar la visión de su propio logística y competitividad empresarial a un ecosistema de la cadena de suministro con alto impacto de la tecnología y sus implicancias a nivel micro en la rentabilidad y competitividad de las empresas y a nivel macro en la competitividad del país.

Por Ángel Becerra TresierraGerente General de GS1 Perú