(Foto: Getty)
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Ricardo de la Piedra, MBA por IE Business School y socio del Estudio Muñiz

Comentaba hace unos días en un evento académico sobre la importancia de tener la capacidad de alinear los intereses entre los inversionistas de una startup y los socios iniciales. Describía que en muchas oportunidades es mejor dejar de lado una propuesta que en el Excel se ve irrechazable económicamente, por una de un inversionista más aterrizado y comprometido que realmente “se cree” tu plan de negocio. Ese mismo pensamiento se puede extrapolar a sociedades que ya no califican como startups (ya sea por cultura, escalabilidad, temporalidad, etc.): cuando se incorpora un nuevo socio tiene que tener la cultura y rumbo alineado con el actual accionariado, y entrar a aportar partiendo de esa premisa (que pareciera ser de sentido común).

El reciente cierre de en Chile nos puede dejar un par de reflexiones sobre esto.

1. Antecedentes sobre Glovo

Creo que en Perú la mayoría conocemos Glovo. Hemos visto a sus “glovers” andando en bicicletas y motos con una caja gigante amarilla en sus espaldas, llevando comida y una serie de encargos. La startup está presente además de Perú, en una serie de países, incluyendo Argentina, Costa Rica, Ecuador, Uruguay, Francia, Portugal, Egipto y Marruecos. Creo que la empresa de capitales españoles, a grandes rasgos, cumple con su propósito de servir como un delivery.

El caso de Chile es más menos la misma historia que el de Perú. Si bien el mercado de deliveries es liderado por Uber Eats (el brazo de deliveries de Uber), el segundo lugar de las preferencias es disputado entre un conocido nuestro (Rappi) y la empresa Pedidos Ya.

2. El cierre sorpresivo

Tomando en cuenta que la empresa tenía un mercado interesante en Chile, que se manejaba bien frente a sus competidores y que sus números estaban en azul, la noticia del cierre de sus operaciones en el país del sur tomó a muchos por sorpresa. Según la prensa chilena, la startup empleaba alrededor de 40 trabajadores en sus oficinas administrativas y más de 2,200 glovers, así que no parecía estar en problemas. Entonces, ¿qué es lo que pasó?

3. ¿Quién es Delivery Hero y qué influencia tuvo?

Durante el año pasado, en una de las rondas de financiación de Glovo, la empresa alemana Delivery Hero, se hizo de una participación en Glovo a cambio de una inversión importante para desarrollar más el negocio (alrededor de 50 millones de euros). Evidentemente, con la inversión adquirió ciertos derechos dentro de la compañía.

Este año, se tenía prevista una ronda de financiación por 150 millones de euros, a la que Delivery Hero, haciendo uso de su derecho de veto, se opuso. Parece que esta ronda iba a generar que Glovo crezca demasiado en países en que Delivery Hero competía en empresas a través de sus tenencias accesorias, principalmente a través de Pedidos Ya. Lo que se comenta, es que Delivery Hero solicitó, a efectos de destrabar el financiamiento, que Glovo saliera de los mercados en que competía con subsidiarias de Delivery Hero. Finalmente, llegaron a un acuerdo en el que se acordó que (i) Glovo cerraría operaciones en Chile y Egipto (donde Pedidos Ya tiene y busca tener más peso); y (ii) Delivery Hero cedería la marca domicilios.com en Perú y Ecuador.

¿Parece un buen negocio para los demás inversionistas de Glovo? La respuesta pareciera ser la negativa.

Lo anterior deja, al menos, un par de reflexiones:

a) Así como los bancos han establecido un sistema de know your client, los accionistas de una startup o empresa tienen conocer a su inversionista. Un poco de investigación sobre Delivery Hero hubiera servido, aunque sea, para prever que ese podía ser el curso de acción, ya que no es la primera vez que la empresa alemana tiene operaciones con competidores (ya había adquirido Foodora y Carriage).

b) ¿Se encontraba Delivery Hero en un escenario de conflicto de interés al ejercer su derecho de veto? Considerando su participación mayoritaria en Pedidos Ya y minoritaria en Rappi, competidores directo de Glovo ¿Se debió abstener?

Hay que ser muy sensato y prudente al momento de elegir a un inversionista/socio empresarial. Se debe que tener en cuenta otros factores personales y de negocio ya que, como decía uno de mis profesores de finanzas corporativas, “el Excel aguanta todo”. Anecdóticamente, tras la marea, parece que las olas han favorecido a Rappi en lugar de a Pedidos Ya, ubicándose justo debajo de Uber Eats en presencia de mercado. Cosas (o no) de la vida.

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