Por Walter Aguirre
Socio de Aguirre Abogados & Asesores
El 2020 se auguraba como un año de desarrollo para las franquicias en el Perú, producto de un crecimiento sostenido a lo largo de los últimos años. A inicios del 2020, existían más de 500 sistemas de franquicias en el país, de las cuales 52% eran extranjeras y 48% nacionales.
Actualmente, tras las consecuencias económicas generadas por el Estado de Emergencia Sanitaria, somos testigos de un sector de franquicias fuertemente golpeado, pues muchas de éstas se encontraban relacionadas al sector gastronómico y al retail, con locales ubicados en los principales centros comerciales del país, los mismos que fueron cerrados por más de cuatro meses y recientemente abiertos de manera parcial.
En este contexto, la actual situación del mercado peruano ha generado algunas lecciones importantes para las franquicias peruanas. En primer lugar, observamos la gran importancia de las ventas online para todo tamaño de negocio y, de manera transversal, en todos los sectores de la economía. Con el modelo virtual, la franquicia no depende de un local comercial, ni de grandes infraestructuras. Su complemento ha sido el marketing digital y la presencia permanente en redes sociales, cuyo crecimiento ha tenido un gran auge durante la cuarentena.
Otra importante lección es el manejo de estructuras de negocio flexibles y adaptables a diferentes coyunturas. En el sector gastronómico, por ejemplo, ante el aforo reducido en los restaurantes, el desarrollo conjunto por varias marcas de cocinas ocultas o “dark kitchens” es una prueba de la flexibilidad y optimización de recursos que se debe buscar para obtener resultados favorables en tiempos de crisis. Además, servicios complementarios como el delivery y el to-go fueron imprescindibles para la supervivencia de los negocios durante la etapa de inmovilización social.
Además de lo señalado, los franquiciantes deben saber que, ante la inminente interrupción o reducción de las ventas, cuentan con la alternativa de renegociar las contraprestaciones con sus franquiciados, alcanzando acuerdos prudentes y reales, además de la renegociación del arrendamiento del local comercial, de ser el caso. Los franquiciantes deben saber, también, que los principales contratos siempre tienen que contar con cláusulas de salida flexibles ante eventos de caso fortuito o fuerza mayor.
Si bien la pandemia y la crisis económica suspenderán algunos planes de expansión e inversión, también originarán la adaptación y reinvención de muchos sistemas de franquicias a la nueva realidad, buscando menores inversiones (franquicias lowcost), reducción de gastos, cambios de rubro, incremento de rentabilidad, mayor productividad por metro cuadrado, entre otros. Sectores como la alimentación, la salud, la educación y la tecnología generarán, dentro de la actual coyuntura, grandes oportunidades de desarrollo del sector franquicias.