Rappi traería los vehículos en alianza con la empresa mexicana Grin. (Foto: T13)
Rappi traería los vehículos en alianza con la empresa mexicana Grin. (Foto: T13)

Ricardo de la Piedra, MBA por IE Business School socio del Estudio Muñiz

Soy un usuario eventual de . Me compré hace poco uno de esos que circulan por el mercado virtual, y puedo decir que manejar un scooter eléctrico en Perú (como puede ser ir en bicicleta o cruzar calles como peatón) podría calificar como deporte extremo. El beneficio es que, si no terminas arrollado por una combi o un conductor apurado, puedes disfrutar de la ciudad, evitar el tráfico y contribuir con el cuidado y preservación del medio ambiente (además del ahorro de gasolina y estacionamiento).

Esta tendencia ha llegado al Perú como parte de un movimiento global impulsado por startups como Lime y Bird para el alquiler de scooters eléctricos, y las que ya operan hace unos pocos meses en el país como Grin (de Rappi) y Movo (de Cabify). ¿Quién no los ha visto por la calle?.

Todo parecía andar muy bien hasta que ocurrió el lamentablemente célebre accidente en la avenida Salaverry. Para recordar, un usuario alquilando un scooter de la empresa Movo colisionó con una mujer de 63 años (aunque grave, la mujer felizmente ya fue dada de alta). Esto generó una serie de reacciones:

- En San Isidro la respuesta fue inmediata. Se suspendieron las actividades de la empresa Movo hasta que pueda garantizar que va a cumplir las obligaciones que había asumido en un acuerdo previamente suscrito entre dicha empresa y la municipalidad. Pareciera ser razonable.

- Lo impactante fue lo que hizo Miraflores. Emitió una ordenanza municipal (la 518 por si quieren leerla) en la cual incluía regulaciones para vehículos de micromovilidad (léase bicicletas (ordinarias y eléctricas), dispositivos eléctricos como silla de ruedas, patinetas eléctricas, monopatines eléctricos, scooters eléctricos, triciclos; bueno, se hacen la idea) en la cual se establecen sanciones de hasta una UIT (es decir, S/ 4,200) por, a manera de ejemplo, manera un scooter a más de 20km/h, o por manejar sin elementos reflectantes de luces. Si manejas con audífonos la multa se reduce a unos módicos S/ 1,260.

Todo esto resulta muy curioso: ¿parece prudente que en un país arrastrado por la informalidad, con combis que uno se pregunta cómo pasaron la revisión técnica, colectivos ilegales y taxis piratas violando a diestra y siniestra las reglas de tránsito se trate de sancionar a una persona que maneja scooter con audífonos?.

Por más que funcionarios de la Municipalidad salieron a aclarar (después del escarnio, obviamente) que se trata de una norma de fines educativos y que las sanciones no serán aplicadas a cualquier persona sino solo a las relacionadas a deliveries y empresas que alquilan, eso no se establece claramente en la norma.

El uso de scooters eléctricos y este tipo de vehículos debe ser regulado, estamos de acuerdo en eso, pero esa regulación debe ser racional, proporcional y consistente con los riesgos y beneficios de la actividad.

Creemos que, así como en el sector energético se vienen buscando fuentes de energía alternativa a través de recursos energéticos renovables para contribuir al medio ambiente, la tendencia global en transporte es cada vez utilizar cada vez menos los medios de transporte tradicionales y pasar a los vehículos de movilidad personal. Es responsabilidad del estado proveer los medios de infraestructura adecuados e integrados (y no ciclovías de 1 cuadra que terminan en cruces cuasi-mortales) y regulaciones razonables, para que ir en scooter por un distrito como Miraflores escuchando lo último de [ingrese su grupo favorito aquí], no sea sancionado de una manera más grave que hacer colectivo ilegal.