Autor: Noah Smith

Bloomberg.- En un artículo reciente sostuve que no tiene una crisis migratoria. La inmigración ilegal se detuvo hace una década, y el sentimiento general en contra de la inmigración ha disminuido.

Pero algunos detractores de la inmigración cuestionan por qué necesita tanta inmigración legal en primer lugar. El estratega de la Casa Blanca, Steve Bannon, por ejemplo, dijo en una entrevista el año pasado que la inmigración legal es "el verdadero problema":

"Hemos mirado hacia otro lado en esta inmigración legal que de alguna manera está abrumando al país… 61 millones, el 20% de la población del país es inmigrante, ¿no es ese un problema masivo?".

Las cifras de Bannon están ligeramente equivocadas: la población nacida en el extranjero es un poco menos del 15%. Pero lo que es más importante, la idea de que los inmigrantes constituyen un "problema masivo" es completamente equivocada.

Los altos niveles de inmigración son históricamente lo normal en . Los niveles de inmigración registrados recientemente son casi los mismos que los de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

Solo hay datos del porcentaje de la población estadounidense nacida en el extranjero desde 1850. Pero los datos sobre los recién llegados se remontan aún más allá de ese año.

Tal y como ha documentado el economista Lyman Stone, a principios del siglo XIX se registraron enormes entradas de inmigrantes alemanes e irlandeses que, en términos porcentuales, empequeñecen cualquier cosa que haya ocurrido desde entonces.

Estos inmigrantes, antepasados de decenas de millones de estadounidenses, construyeron . Sin ellos, Estados Unidos sería ahora un país escasamente poblado como Australia, con una población de menos de 25 millones de habitantes.

El país probablemente no sería el hogar de las industrias tecnológicas que triunfan en todo el mundo. El poder industrial que permitió a triunfar en la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría nunca habría existido, y la Unión Soviética habría dominado el mundo en la segunda mitad del siglo XX.

Eso fue entonces. ¿Y ahora? La gran razón de que Estados Unidos necesite que la inmigración siga llegando es la de combatir el envejecimiento de la población.

Como casi todos los demás países ricos, en no nacen suficientes niños para cubrir la tasa de reposición. Se necesitan alrededor de 2.1 hijos por mujer para evitar que un país reduzca su número de habitantes, pero en Estados Unidos sólo nacen alrededor de 1.9 por mujer.

Sin la inmigración, se parecería mucho más a Japón, una sociedad demográficamente en disminución y envejecida, con jóvenes atrapados bajo la carga económica de atender a los ancianos.

La Seguridad Social y Medicare resultarían increíblemente caros, ya que la carga impositiva para un número cada vez mayor de beneficiarios recaería en una base cada vez menor de contribuyentes jóvenes.

Los inmigrantes, a menudo recién llegados jóvenes y trabajadores que aportan a las prestaciones de los ancianos nacidos en el país, son los únicos que están salvando a de ese destino.

Durante la década de los cincuenta, cuando la tasa de fertilidad era muy alta, los bajos niveles de inmigración no eran un problema. Pero ahora, con la generación del baby boom entrando en edad de jubilación y con el modesto aumento de la tasa de fertilidad registrado en los años noventa y principios del 2000 desvaneciéndose, la inmigración es la única opción para mantener la economía dinámica.

Pero esa no es la única razón por la que Estados Unidos necesita inmigrantes. Los recién llegados también inician muchos negocios, en una tasa por persona mucho mayor que los propios estadounidenses.

Tal y como demostraron los economistas Sari Kerr y William Kerr, el 27.1% de los empresarios son inmigrantes y el 37.1% de las nuevas empresas tienen al menos un fundador inmigrante.

¿Por qué se produce esto? Los estadounidenses nacidos en a menudo tienen que hacerse cargo de las empresas familiares, lo que reduce las oportunidades de que comiencen otras nuevas.

Además, las personas que emigran a tienden a adoptar riesgos, después de todo, trasladarse a un nuevo país es en sí un riesgo enorme. Eso significa que los empresarios inmigrantes son claves para combatir el menor dinamismo que ha afligido a la economía desde el cambio de siglo.

ReformaHay una tercera razón por la que la economía estadounidense necesita inmigrantes: el tamaño del mercado. Las empresas naturalmente quieren ubicar sus oficinas, fábricas y centros de investigación cerca de los lugares donde venden sus productos. Es por eso que tantas empresas multinacionales han estado invirtiendo en China, a pesar de la subida de los costos laborales allí.

Estados Unidos no puede esperar equipararse con Asia en lo que se refiere a la población: el número de personas en China es cuatro veces mayor. Pero debido a que Estados Unidos es más rico y productivo, sigue siendo un mercado crucial para las empresas multinacionales.

Es la razón por la que muchas empresas construyen oficinas y fábricas en Estados Unidos, proporcionando puestos de trabajo para los trabajadores estadounidenses nacidos en Estados Unidos.

Pero a medida en que el centro de gravedad económico mundial se desplace hacia Asia, Estados Unidos tendrá que trabajar más para mantener su ventaja competitiva.

Una población estancada o en declive hará que sea mucho más difícil convencer a las empresas del mundo de que Estados Unidos es un lugar en el que tienen que estar. Los inmigrantes, especialmente los altamente cualificados, hacen que Estados Unidos sea indispensable para las empresas.

Así que hay muchas razones por las cuales Estados Unidos depende crucialmente de que la inmigración continúe llegando. Lejos de ser un problema, como afirma Bannon, los inmigrantes son un pilar que sustenta el dominio económico de Estados Unidos. Derribar ese pilar significa que el edificio bien podría desmoronarse.