Periodista
Al terminar de escuchar el mensaje del nuevo primer ministro al Congreso, uno se hace algunas preguntas: ¿la experiencia Cateriano ha dejado tal trauma en el Ejecutivo, que este Gabinete prefiere irse al otro extremo para evitar cualquier riesgo con los congresistas?, ¿el nuevo primer ministro va a continuar lo dicho y ofrecido por el expremier, aunque prefiera no mencionarlo para evitarse problemas?, o ¿este mensaje de ayer representa la verdadera línea del presidente y el Ejecutivo, de la cual el ex primer ministro se apartó?
El mensaje de ayer fue el lado opuesto al del expremier. En fondo y forma. Este duró un tercio si lo comparamos con el otro. Este se orientó a lo micro; el otro, a lo macro. Este miró el corto y mediano plazo; el otro, el mediano y el muy largo plazo. Este dedicó un tercio de la exposición al tema de salud; el otro, solo la décima parte. El otro puso como tema central la reactivación de la economía y la relación con la inversión privada; este volvió a tener al Estado como eje central. El énfasis del otro estuvo en lo económico-productivo, el de este fue en lo social y lo temporal.
Tal ha sido la distancia entre uno y otro, que ayer no se mencionó nada sobre la minería, ni una palabra sobre inversiones, exploraciones, proyectos, cambios a los reglamentos, o iniciativas legislativas al respecto. ¿Fue solo para evitar irritar a los congresistas o fue porque en realidad atrás quedó lo de la minería como el principal motor de la economía?, ¿se impulsará todo lo comprometido por el expremier en este campo aunque no se haya mencionado, o volveremos a la etapa pre-Cateriano en la relación con la minería?
Pero no fue la única diferencia concreta y específica con el discurso del predecesor. Esta vez se habló de asociaciones público privadas –en la única referencia de trabajo conjunto con el sector privado– para unos pocos proyectos específicos. No se mencionaron los posibles acuerdos de Gobierno a Gobierno para un listado amplio de obras, entre las que se encontraba la Carretera Central. La pregunta en este caso podría ser la misma: ¿a pesar de no mencionarlo, siguen en la agenda del Gobierno los acuerdos de Gobierno a Gobierno y esas obras no señaladas ayer?
Nada sobre los demás sectores productivos: agricultura o agroexportación, pesca, construcción, industria, y menos turismo. En realidad, lo menos posible sobre una verdadera reactivación económica. Nada sobre política laboral ni de referencias a la grave problemática que enfrentan las empresas en este campo, aunque sí menciones sobre empleo temporal y el ya conocido y mencionado Arranca.
Nuevamente mucho entusiasmo y repetición sobre lo hecho desde el MEF (Reactivas, y los FAE); y poco realismo, coherencia y consistencia sobre lo que se debe hacer en adelante. Nada sustantivo en lo económico, como si la imaginación, la creatividad, y las nuevas ideas estuvieran en suspensión perfecta en el jirón Junín, y como si la política económica se circunscribiera a bonos y créditos. A propósito, ¿se está pensando en elevar algún impuesto?
Un especial énfasis a la micro y pequeña empresa, pero desde una mirada más “asistencialista” (solo créditos y compras estatales) que promotora.
Parece que el actual primer ministro tomó nota de todo lo reclamado por los congresistas, y decidió hablar sobre lo que ellos querían escuchar, y evitar –o archivar– todo lo que a ellos no les gustó. Por ello, a diferencia del anterior mensaje, sí quedó en evidencia su preocupación por el avance de los contagios en las regiones, y habló de varias acciones en la lucha contra la pandemia, y dedicó una mención especial al tema del oxígeno. Pero sigue quedando la sensación de que hay muchos esfuerzos aislados, iniciativas que son valiosas pero que no se enganchan en una gran política de lucha contra el covid.
Sí hay que decir que nuevamente casi nada se dijo sobre la lucha contra la delincuencia. Ni con civiles ni militares se avanza en esto.
El Premier dijo “lo que le gusta al Congreso” y logró la confianza con 115 votos. Pero quedarán las dudas ¿el gobierno se fueron al otro extremo o lo de ayer solo fue una estrategia?, ¿el problema fue el mensaje o fue Cateriano?