Por Carlos Mario Caro, gerente general de ISA REP, ISA CTM e ISA Perú
Frente a la emergencia que vive el mundo por la propagación del Covid19, hay un sector productivo que, en muchos casos, silenciosamente desempeña sus labores, para que millones de personas puedan quedarse en casa y seguir conectadas con lo que pasa alrededor. Los hospitales también requieren de este servicio, porque muchas vidas están en riesgo. Inclusive, facilita que miles de niños, ahora en nuestro país, puedan seguir sus lecciones del colegio a través de sus televisores, radio e internet. Ese es el sector eléctrico.
El compromiso de las empresas del sector eléctrico durante las medidas del Estado de emergencia por el brote del Covid19 es mantener en condiciones normales el servicio público de electricidad en todo el país.
En nuestro caso, como empresa de transporte de energía en alta tensión, a cargo de más del 70% del mercado, ejecutamos nuestros planes de continuidad para velar por el bienestar y salud de nuestros colaboradores, mientras aseguramos que el servicio eléctrico se de en las mejores condiciones.
Frente a esta situación, nuestra estrategia de abordaje se enfocó en tres frentes: 1) personas, velando por su bienestar y salud; 2) asegurar la continuidad de la operación; y 3) reforzar nuestros sistemas de tecnologías de la información.
En el primer frente activamos protocolos de salud, así como de acompañamiento emocional para nuestros colaboradores. Además, reforzamos nuestra comunicación interna para entregarles información diaria sobre cómo esta pandemia afectaba a la organización y las medidas que estamos implementando para contra restarla.
En cuanto al segundo punto, activamos nuestros planes de contingencia en todos los procesos, priorizando aquellos más críticos. Tuvimos también que ajustar la asignación de personal esencial en turnos y desplegamos el teletrabajo para todo el resto de los colaboradores. Algo que sin duda ayudó mucho, fue que el teletrabajo era una modalidad ya implementada en la organización hace más de dos años.
Por último, en el frente de tecnologías de la información, reforzamos constantemente a nuestro personal sobre la ciberseguridad, ya que sabemos que las amenazas cibernéticas siempre están latentes.
Sin embargo, pese a tener estos frentes en desarrollo hay un punto que nos preocupa mucho, que ya lo tenemos mapeado como riesgo, que es la afectación a la cadena de pagos. Somos conscientes que nos encontramos en tiempos difíciles, por lo que, para asegurar la continuidad de la cadena de pagos, se deben dar las condiciones para que las distribuidoras, que es donde comienza la cadena, cumpla con sus obligaciones de pago a las generadoras y transmisoras, para poder así cumplir con el servicio. En este contexto, las personas deben también realizar los pagos de su servicio eléctrico de manera continua y así contribuyen a que esta cadena no se rompa, lo que se traduce en tener siempre servicios públicos de calidad.
Y, por último, pero no menos importante, me gustaría destacar el trabajo fundamental del personal de las empresas eléctricas, quienes se desplazan por todo el país listos para solucionar cualquier problema que se pueda presentar con el servicio eléctrico. En nuestro caso, atendemos 21 departamentos del Perú, y en todas las zonas nuestros técnicos e ingenieros de líneas están atentos a solucionar cualquier falla en el sistema, para que la energía del Perú no pare. Del mismo modo, nuestros operadores del Centro de Control han modificado sus turnos y adecuado sus sistemas de trabajo para seguir asegurando el adecuado funcionamiento del Sistema Eléctrico Interconectado Nacional. Todos ellos también hacen parte de la primera línea de defensa contra la pandemia y se llevan mis palmas por su valentía y compromiso por seguir llevando energía a millones de peruanos.