Periodista
Si el ahora expremier hubiese hablado sobre la necesidad de dotar de oxígeno a todos los hospitales y provincias del Perú, con el mismo énfasis y pasión con el que se refirió a la compra de grilletes electrónicos; y hubiera conminado públicamente a la ministra de Economía a comprar todas las plantas de oxígeno necesarias en plazo perentorio, como sí lo hizo con nombre propio con la ministra de Justicia y la adquisición de esos grilletes, las cosas hubieran sido diferentes. Pero no dijo nada sobre el oxígeno.
Si hubiese hablado de una estrategia contra la pandemia, con el mismo esfuerzo y dedicación con que se refirió a las medidas para promover la inversión en minería, el Congreso no hubiera podido negarle la confianza, aunque lo hubiese querido.
Un día antes de ir al Congreso, mientras los congresistas señalaban en distintas entrevistas que no se podía privilegiar la reactivación o las reformas políticas mientras el pueblo se estaba muriendo; el premier le dijo a un medio escrito –en pleno repunte de los contagios, y ampliación de las cuarentenas focalizadas provinciales–que su prioridad sería la reactivación económica.
¿No leyó bien la realidad el premier? Parece que no. La gran mayoría de los críticos del mensaje presidencial tenían la esperanza –o demandaban- que el premier fuese lo autocrítico que el presidente no fue, y que llenase los vacíos que su jefe dejó, sobre todo en el tema de salud. Él prefirió seguir su propio camino, y dar un discurso que para muchos fue como para el primer año de un gobierno, y no para el último, con la emergencia que enfrentamos. Fue una posición poco inteligente, políticamente hablando
Para algunos, esto es raro porque el expremier, dicen, es un “zorro viejo de la política”. Pero quizás por eso falló, porque la política y la realidad que hoy vivimos no son las mismas que hace cinco años, ni los enemigos son solo los “fujiapristas”.
¿Ha habido en esta denegatoria de la confianza, intereses o exigencias particulares, cálculo y acomodos, negociaciones a espaldas de la ciudadanía o un interés por detener la reforma universitaria, como lo ha dicho el presidente? Obviamente, el tema estuvo presente, sobre todo cuando hay quienes representan los intereses de universidades afectadas por las decisiones de la Sunedu. Pero, aunque suene contra corriente, podría no haber sido este asunto el detonante.
Las bancadas que desde el primer momento hicieron pública su decisión de negar la confianza (Frepap, Frente Amplio, UPP) sustentaron su posición en la ausencia de una estrategia contra el covid, y en lo que consideraron una agenda abiertamente prominera, “derechizada”.
La única bancada de “sospechosos” de querer tumbarse la reforma –por los intereses de los Luna– que votó en contra del premier, fue Podemos. De los otros “sospechosos”, el fujimorismo votó a favor de su archienemigo primer ministro, y APP, se abstuvo.
¿Las bancadas interesadas tenían necesidad de “tumbarse” un Gabinete completo para eliminar al ministro de Educación? No. Si le daban la confianza al Gabinete, una o dos semanas después podían interpelar al ministro, “zarandearlo”, y, por último, censurarlo, teniendo como “excusa” el desaguisado de las tablets.
Además, apenas este 7 de julio pasado el jefe de la Sunedu, declaraba en Ideeleradio: “No escucho al jefe de Estado, Martín Vizcarra, ni al primer ministro, Vicente Zeballos, defender abiertamente la reforma en la educación superior ni a la Superintendencia Nacional de la Educación Superior Universitaria”. Y agregaba: “Estamos un poco solos, no veo todavía una acción concertada del Poder Ejecutivo para defender esta reforma de educación superior”.
Ahora, el presidente utiliza únicamente la defensa de la reforma universitaria para atacar al Congreso. No defiende al ahora ex primer ministro (solo le agradece) o a su Gabinete, ni defiende o respalda públicamente las medidas que este anunció o la posición que adoptó. Parece un respaldo individual al ministro de Educación (¿lo ratificará entonces?).
¿El presidente defiende y defenderá el discurso de su ahora expremier, y continuará con lo anunciado por él?